

Durante una gran cantidad de años, una moneda ha formado parte del día a día en comercios, billeteras y cajones. Aunque su valor económico es casi simbólico, su presencia ha sido constante. Sin embargo, esto está a punto de cambiar para siempre.
Después de más de dos siglos en circulación, la moneda de un centavo de dólar estadounidense -el "penny"-dejará de acuñarse. El Departamento del Tesoro del país ha confirmado que ha realizado su último pedido de planchas para acuñarse y, una vez que se agoten, cesará su producción.
Esta decisión, que entrará en vigor a principios de 2026, se basa en el hecho de que cada una de estas monedas cuesta casi cuatro centavos en materiales y fabricación, lo que representa una pérdida significativa para el gobierno de ese país.

Por qué se elimina esta moneda histórica
El principal motivo es económico: fabricar una moneda de un centavo cuesta casi cuatro veces su valor nominal. En 2024, el costo de producción aumentó un 20%, alcanzando los USD 0,369 centavos por unidad.
Con más de 114 mil millones de piezas en circulación, la mayoría de ellos acumulados en frascos y cajones, su utilidad en las transacciones diarias es mínima. Además, se estima que los estadounidenses desechan hasta USD 68 millones en monedas cada año.
El presidente Donald Trump ya había calificado la producción del penny como "desperdicio" y ordenó su eliminación en febrero de 2025. La medida contó con apoyo bipartidista en el Congreso y se espera que genere un ahorro anual de USD 56 millones.
Aunque las monedas existentes seguirán siendo de curso legal, su desaparición afectará principalmente a las transacciones en efectivo, que deberán redondearse al múltiplo de cinco centavos más cercano.
Impacto en los consumidores y el comercio
La eliminación de la moneda de un centavo responde a cambios en los hábitos de consumo. Con el aumento de los pagos electrónicos, menos del 20% de las transacciones se realizan en efectivo, lo que reduce aún más la necesidad de monedas de baja denominación.

Aunque las monedas existentes seguirán siendo válidas, su retiro afectará principalmente a las transacciones en efectivo. Los comercios deberán redondear los precios al múltiplo de cinco centavos más cercano, lo que podría generar preocupaciones sobre aumentos de precios.
De hecho, en el caso de países como Canadá, Australia y Nueva Zelanda, la eliminación de sus respectivas monedas de un centavo no causó mayores inconvenientes.
Un cambio que marca tendencia
La decisión de Estados Unidos de eliminar esta moneda refleja una tendencia global. A medida que la economía se digitaliza y los costos de producción aumentan, muchos países reconsideran la viabilidad de mantener monedas de baja denominación.
Aunque la moneda de un centavo de dólar estadounidense dejará de producirse, seguirá circulando por años y mantendrá su valor simbólico en la cultura estadounidense, especialmente como emblema del ahorro y la historia del país.













