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La figura del rey emérito Juan Carlos I sigue generando controversia en España y en el extranjero. Tras años de investigaciones, filtraciones y litigios cruzados, el antiguo jefe del Estado ha decidido dar un paso más: acudir a los tribunales para defender su imagen. Esta nueva acción legal se suma a un historial cargado de polémicas vinculadas a su vida personal y financiera.

El conflicto que mantiene con Corinna Larsen, su examante y antigua aliada, ha escalado de lo privado a lo institucional y, ahora, a los juzgados de nuevo. Juan Carlos I ha interpuesto una demanda por supuestos delitos contra el honor contra Larsen y contra el abogado suizo Dante Canonica, en un juzgado de Suiza. La noticia fue confirmada por personas del entorno del exmonarca y publicada por medios como El País y El Periódico.

Una nueva ofensiva judicial

La decisión del ex jefe del Estado se produce poco después de que Larsen perdiera una demanda por acoso y espionaje en los tribunales de Londres, la cual fue archivada por cuestiones de jurisdicción y falta de fundamentos legales.

El enfrentamiento entre Juan Carlos I y Corinna Larsen gira en torno a una transferencia de 65 millones de euros (Fuente: EFE)
El enfrentamiento entre Juan Carlos I y Corinna Larsen gira en torno a una transferencia de 65 millones de euros (Fuente: EFE)

Pese a que en su momento varios asesores desaconsejaron a Juan Carlos I iniciar acciones legales, algunos de sus abogados británicos, animados por esa victoria procesal, le habrían convencido ahora de actuar contra las acusaciones vertidas por Larsen.

La demanda en Suiza, según El Periódico, se presentó en paralelo a otra acción judicial iniciada en España contra el expresidente cántabro Miguel Ángel Revilla, también por supuestas difamaciones. Además, la estrategia del rey emérito parece coincidir con el anuncio de la publicación de sus memorias, previstas para el próximo verano, un movimiento que apunta a la reconstrucción de su legado público.

Los 65 millones que marcaron el escándalo

El enfrentamiento entre Juan Carlos I y Corinna Larsen gira en torno a una transferencia de 65 millones de euros que el exmonarca habría donado de forma "irrevocable" en 2012 a su entonces pareja. La operación se conoció en 2020 y está vinculada con los fondos que el rey recibió desde Arabia Saudí en 2008.

Aunque la Fiscalía suiza no logró acreditar que se tratara del pago de comisiones ilegales por el contrato del AVE a La Meca, el escándalo forzó el cierre de cuentas bancarias y abrió investigaciones por blanqueo de capitales.

Larsen, según reveló la investigación, habría ocultado parte de esos fondos en cuentas offshore en Bahamas y Nueva York. Se negó a devolver el dinero, lo que tensó aún más la relación entre ambos. El nombre de Dante Canonica aparece en este episodio como figura clave: fue el gestor de la fundación panameña Lucum, donde se depositaron los fondos saudíes, y a la vez abogado de confianza de Larsen. Canonica aportó detalles sobre la gestión del dinero, los viajes del rey a Madrid y su vínculo con la consultora alemana. Ahora, su testimonio vuelve a estar en el centro del debate judicial.

Esta nueva ofensiva judicial de Juan Carlos I tiene un claro objetivo: proteger su honor y reputación.(Fuente: Shutterstock)
Esta nueva ofensiva judicial de Juan Carlos I tiene un claro objetivo: proteger su honor y reputación.(Fuente: Shutterstock)

La reputación, en el foco del conflicto

Esta nueva ofensiva judicial de Juan Carlos I tiene un claro objetivo: proteger su honor y reputación. En un momento en el que el debate sobre la transparencia institucional y la rendición de cuentas de figuras públicas gana fuerza en España, el rey emérito busca reconstruir su imagen, incluso a través de los tribunales.

La inclusión de Canonica en la denuncia, pese a que ya fue investigado por la Fiscalía suiza y el caso fue archivado, llama la atención y podría abrir nuevos frentes. Queda por ver si estas acciones judiciales lograrán su propósito o si, por el contrario, reavivarán la polémica en torno a una figura que, a pesar de haber abdicado, sigue influyendo en la escena pública española.