

China considera entre sus planes la construcción de una planta nuclear en la Luna para proporcionar energía a la Estación Internacional de Investigación Lunar (ILRS), un proyecto científico en colaboración con Rusia. El esfuerzo inscribe en la ambición de la segunda economía mundial de consolidarse como una potencia en la exploración espacial, con el objetivo de enviar astronautas a la Luna y establecer una base permanente en el futuro.
El primer paso para China fue llevar a cabo con éxito su exploración lunar en tres fases: puesta en órbita, aterrizaje y retorno de muestras. Pekín se encuentra en su programa de exploración lunar de fase 4, con la constelación de satélites de comunicaciones, navegación y detección remota.
Todo esto fue aclarado por Wu Weiren, el diseñador jefe del programa de exploración lunar en la Conferencia Internacional de Desarrolladores de la IRLS de Shangai. Allí también acusó a Washington de interferir en los intentos de Pekín de cooperar con Europa y otros socios extranjeros para consolidar programas espaciales.

¿Cómo funciona la nueva planta nuclear conjunta en la Luna?
El ILRS es un ambicioso programa chino que contempla la creación de una instalación multinacional de investigación científica, basada en la superficie lunar y también en su órbita. Este sistema está diseñado para operar de manera autónoma a largo plazo, aunque con intervenciones humanas programadas de manera esquemática.
El objetivo es que la instalación sea sostenible y que incorpore capacidades clave como el transporte desde la Tierra, el suministro de energía, el control central y los sistemas avanzados de comunicación y navegación. De esta manera, China facilitaría su exploración científica en la superficie lunar y ofrecerá un soporte crucial desde la Tierra hacia el espacio.
Pei Zhaoyu, ingeniero principal de la misión, destacó que, además de la energía nuclear, se evalúan grandes paneles solares y sistemas de calefacción y electricidad para la infraestructura lunar. La agencia espacial rusa, Roscosmos, expresó su intención de desarrollar un reactor lunar para 2035 que sería esencial para el funcionamiento de la ILRS.
El funcionario chino hizo énfasis en que la cuestión del suministro energético es crítica y que Rusia posee una importante ventaja comparativa sobre ellos, por lo cual una unión sería lo más óptimo para ambos países.
El cronograma del ILRS se alinea con el del programa Artemis de la NASA, que planea el regreso de astronautas estadounidenses a la Luna en 2025. El objetivo de Estados Unidos es afianzar el terreno para expandir su dominio espacial, aunque se encuentra alerta a los avances de su competencia directa, China, y teme una posible unión entre potencias. En conjunto, Pekín y Moscú podrían combinar avance tecnológico suficiente como para competir con el país norteamericano en el control sobre la Luna.

¿Cuál es el futuro espacial de China?
La inclusión de la unidad de energía nuclear en la presentación de Pei Zhaoyu ante sus pares de 17 países y organizaciones internacionales que componen el ILRS sugiere que Pekín apoya la idea de una unión entre potencias. Sin embargo, por el momento ni China ni Rusia han anunciado nada formalmente.
Wu Weiren dijo el año pasado que se construiría un "modelo básico" de la ILRS, con el polo sur de la Luna como núcleo en 2035. Los lanzamientos de la sonda lunar Chang'e forman parte de la fase de construcción del "modelo básico" esbozado por Weiren. La misión espacial pretende sentar las bases para la construcción de una base lunar tripulada permanente. China tiene el objetivo primordial de convertirse en una gran potencia espacial y alunizar astronautas en 2030.
Según informó Reuters, en el futuro China creará el "Proyecto 555", invitado a 50 países, 500 instituciones internacionales de investigación científica y 5000 investigadores extranjeros a unirse a la ILRS.
Estas planificaciones se dan en el marco de una nueva "carrera espacial", donde controlar el espacio con satélites de comunicación o defensa se vuelve una tarea fundamental para las grandes potencias mundiales. Según estos nuevos planes, la Luna puede ser el nuevo terreno de avances tecnológicos y descubrimientos científicos para el futuro de la civilización.
















