

Aunque han pasado más de 120 años desde que los Estados Unidos se quedó con Puerto Rico tras la Guerra Hispano-Estadounidense, el debate sobre el estatus político de la isla sigue más vigente que nunca. Un nuevo proyecto legislativo presentado en el Congreso puertorriqueño propone una salida drástica: romper con EE.UU. y solicitar la anexión formal a España.
La iniciativa, impulsada por sectores nacionalistas, independentistas y defensores de la "reintegración hispánica", reabre una vieja herida sobre la condición ambigua de Puerto Rico, que no es un estado de los EE.UU., pero tampoco una nación soberana. Sus impulsores argumentan que el vínculo con Washington es colonial, desigual y que la historia, la cultura y el idioma acercan más a la isla con Madrid que con Washington.
Puerto Rico vs. EE:UU: un proyecto que rompe con todo
La propuesta fue presentada ante la Legislatura de Puerto Rico a fines de junio por José Nieves Seise, presidente de la organización "Reunificación Borinqueña". En su articulado, solicita que la isla inicie un proceso formal para reincorporarse como comunidad autónoma de España, alegando que su cesión a Estados Unidos en 1898 fue "un acto de imposición militar" tras la firma del Tratado de París, que nunca fue ratificado por los puertorriqueños.

Según explicó Nieves Seise a Telemundo, el objetivo es que Puerto Rico sea reconocido como una comunidad autónoma dentro del Estado español, similar a Galicia o Andalucía, con el español como lengua oficial y plenas garantías democráticas dentro de la Unión Europea. Asegura que "Puerto Rico nunca fue un estado de los EE.UU., y tampoco lo será", y que "es momento de retomar la vía hispánica antes que seguir siendo una colonia sin voz ni voto".
¿Por qué ahora? Los reclamos de Puerto Rico a los EE.UU.
Puerto Rico es un territorio no incorporado de los EE.UU. desde 1898. Aunque sus ciudadanos tienen pasaporte estadounidense y eligen a su gobernador, no tienen representación con voto en el Congreso de los EE.UU. ni pueden votar en las elecciones presidenciales. Además, dependen económicamente de Washington, pero no tienen plena autonomía para negociar acuerdos internacionales o definir su política fiscal.
El hartazgo frente a esta condición ha generado múltiples movimientos: algunos piden la independencia, otros quieren que Puerto Rico se convierta en el estado 51, y ahora un nuevo grupo propone volver a ser parte de España. El impulso independentista se fortaleció tras el huracán María en 2017 y las crisis económicas, que pusieron en evidencia la falta de poder político real de la isla dentro de los EE.UU.

Sin embargo, no existe hoy un mecanismo jurídico claro para que una comunidad como Puerto Rico vuelva a formar parte de España sin pasar por un proceso de independencia primero. El Congreso español no se ha pronunciado oficialmente sobre la propuesta. Aun así, la iniciativa reabre una conversación sobre colonialismo, identidad y el lugar que Puerto Rico quiere ocupar en el siglo XXI.
















