Ola de calor en España: cuáles son los factores de riesgo y cómo prevenirse
El calor afecta a las personas de formas diferente. Una investigación científica muestra quiénes pueden ser más afectados por un golpe de temperadora.
No todas las olas de calor afectan de la misma manera a la salud humana y es determinante tanto su procedencia como las condiciones de los contaminantes atmosféricos que se registran en el momento en que esas temperaturas extremas alcanzan un lugar.
Investigadores de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) han publicado en la revista Science of the total environment las conclusiones de un trabajo que ha concluido que el distinto origen meteorológico de las olas de calor se relaciona con su posible impacto en la mortalidad.
La investigación, que ha sido liderada por los científicos de la Escuela Nacional de Sanidad Julio Díaz y Cristina Linares, se ha realizado en colaboración con la Universidad de Alcalá, la Universidad Autónoma de Madrid, el Departamento de Salud de Castilla-La Mancha, la Universidad Técnica de Copenhage, en Dinamarca, y la Agencia Estatal de Meteorología española (Aemet).
Los investigadores del ISCIII han investigado la relación entre el origen meteorológico de las olas de calor y su impacto a corto plazo en la morbimortalidad.
El supermercado outlet qué permite comprar todo hasta 40% más barato: qué se puede comprar
España contra Apple por fraude: el plan para que devuelvan 100 euros por usuario
En España -ha informado el Instituto de Salud Carlos III en una nota de prensa- hay principalmente dos situaciones que influyen en la formación de olas de calor: una implica un movimiento de masas de aire cálido y seco que transportan polvo de origen sahariano, y otra conlleva un estancamiento anticiclónico con altas radiaciones solares y estabilidad climatológica.
Los autores han analizado si el impacto de las olas de calor sobre los resultados en la morbimortalidad diaria en Madrid a corto plazo durante los años 2013-2018 varió según el origen de esas situaciones meteorológicas que causaron las olas de calor durante esos años.
Tras estudiar las temperaturas máximas diarias y las concentraciones medias diarias de numerosos contaminantes atmosféricos (como el NO2, PM10, PM2.5 y el O3) y analizar su relación con la mortalidad diaria y los ingresos diarios en urgencias hospitalarias por causas naturales circulatorias y respiratorias, los investigadores concluyeron que el efecto de las olas de calor sobre la morbilidad y la mortalidad depende de esa procedencia.
Los resultados señalan que su impacto es mayor cuando se dan condiciones de estancamiento anticiclónico que cuando se produce un aporte de polvo sahariano hacia la zona afectada.
Además, confirmaron el impacto en la salud de algunos de esos contaminantes (como las PM10 y el O3), que empeoran tanto los ingresos como la mortalidad, y en algunos casos tiene un impacto en la salud mayor que las propias temperaturas máximas.
A partir de estos resultados, los autores de la investigación han recomendado que los planes de prevención sobre altas temperaturas incluyan datos sobre la situación meteorológica que origina la ola de calor.
Han sugerido también que se adopten medidas preventivas integrales contra el efecto combinado de las altas temperaturas y la contaminación, ya que ambos factores influyen en los riesgos para la salud, y en algunos casos su efecto es superior al de la propia temperatura que caracteriza la ola de calor.
Cómo prevenir un golpe de calor
Si hay una alerta por altas temperaturas declarada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) es importante tomar precauciones con quienes puedan verse más afectados por el impacto de la ola de calor, como personas de edad avanzada, niños pequeños, personas con alguna enfermedad crónica o con sobrepeso y quienes viven en situación de calle.
Es posible que requieran ayuda, por eso es importante contar con los teléfonos de emergencias, si alguna descompensación ocurriera en el hogar y/o en la vía pública. También es recomendable asegurarse de que las mascotas y otros animales tengan agua y sombra.
Gordo de La Primitiva: resultados del domingo 2 de octubre
Los precios de las viviendas suben: ahora alquiler cuesta 6,4% más
Para evitar un golpe de calor en lugares cerrados como casas, espacios de trabajo u otros, se recomienda tomar agua con mayor frecuencia, aun cuando no se sienta sed; evitar bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy frías o muy calientes; consumir frutas y verduras, evitar las comidas abundantes; y evitar la actividad física intensa.
Con los más pequeños, hay que ofrecerles continuamente líquidos, preferentemente agua o jugos naturales. En el caso de lactantes se aconseja darles el pecho de manera más frecuente. Es recomendable que vistan ropa holgada, liviana, de algodón y de colores claros; bañarlos y mojarles el cuerpo con frecuencia; y evitar que se expongan al sol, especialmente de 10 a 16. Luego de este horario hay que colocarles gorro y protector solar. También es importante mantenerlos en lugares bien ventilados o con aire acondicionado.
En los más chicos hay que prestar atención a signos de alerta como sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros.
En los bebés, asegurarse de que la piel no se encuentre muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal.
Para el cuidado de la salud en la vía pública se recomienda evitar la exposición directa al sol en los horarios de mayor temperatura (de 10 a 16), en especial de los bebés y niños pequeños. Además, utilizar protección solar, mantenerse hidratado y consumir agua segura con mayor frecuencia.
Con respecto a los alimentos, mantener en la refrigeradora aquellos alimentos frescos y que puedan echarse a perder debido al calor. Del mismo modo, es importante verificar la temperatura y controlar el buen funcionamiento de la refrigeradora.
Si el alimento fresco perdió la cadena de frío, tiene olor, color o textura anormales debe ser descartado. Los alimentos que pueden estar fuera de la heladera deben mantenerse en lugares limpios y frescos y al resguardo de aberturas, superficies y/o fuentes de calor. Los alimentos perecederos (incluidos la carne, el pollo, el pescado, los huevos y las sobras) que hayan estado por dos horas o más fuera del frío deberán ser desechados, así como todos los comestibles enlatados cuyos envases estén abiertos, dañados o inflados.
En relación al agua, se recomienda consumir siempre agua segura y mantenerla correctamente envasada (en botellas o bidones limpios y cerrados) en la refrigeradora, en lugares limpios y frescos, y alejada de fuentes de calor.
Comparte tus comentarios