La poderosa semilla antiinflamatoria que reduce la presión arterial y ayuda a prevenir el cáncer
El consumo de esta oleaginosa está recomendado en pacientes con tendencia a la diabetes tipo 2 por ser una fuente de nutrientes de alto valor biológico.
Para tener una buena salud, la principal recomendación de los médicos especialistas en nutrición es llevar una dieta saludable y variada de modo que se incorporen todas las vitaminas, minerales y nutrientes esenciales para el organismo.
Entre las frutas, verduras y hortalizas que más beneficios aportan para mantener el cuerpo y la mente en óptimas condiciones se encuentran las semillas de sésamo. Estas oleaginosas originarias de la India y de África son unas de las más utilizadas en la cocina oriental y detentan excelentes propiedades medicinales.
¿Qué propiedades tienen las semillas de sésamo?
De acuerdo al Ministerio Agricultura de España, las semillas de sésamo se componen en un 50% de aceites saludables. En este sentido, gracias a su aporte en grasas insaturadas, este alimento "contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo".
Asimismo, las semillas de sésamo poseen buenas cantidades de fibra, por lo que su consumo "resulta beneficioso para la regulación de la función intestinal".
También son una fuente de minerales como el magnesio, el fósforo y el zinc y aportan calcio, fundamental para la estructura de los huesos y dientes. En cuanto a las vitaminas, se destacan las del grupo B, que "participan en el metabolismo energético".
Por último, contienen sesamina y sesamol, componentes con propiedades antioxidantes.
¿Cómo consumir las semillas de sésamo?
Las semillas de sésamo machacadas o molidas son ideales para facilitar la digestión y absorción de los nutrientes. En crudo, pueden ser espolvoreadas o añadidas en platos como ensaladas, pastas y arroces. También quedan muy bien sobre salteados de verduras.
Asimismo, son muy comunes en la cocina asiática, donde suelen acompañar a platillos de pescado tanto crudo como a la plancha o pollo.