La Familia Real dividida | En Zarzuela evalúan otro destierro que mantiene en vilo a la reina Sofía y preocupa su salud

Cuando estalló el caso Nóos y la Familia Real ocupaba todos los titulares, Felipe VI y Letizia tomaron una decisión crucial: distanciarse de los Borbón para proteger la imagen de la monarquía y asegurar el futuro reinado de la princesa Leonor. La abdicación de Juan Carlos I fue solo el primer paso; el exilio del rey emérito marcó la mayor deshonra que había sufrido en su trayectoria, una medida impuesta por su propio hijo.

Desde entonces, la única figura que ha conservado un papel activo en la institución es la reina Sofía, en su rol de reina emérita. Sin embargo, Felipe y Letizia han mantenido una estricta distancia con el resto de los Borbón, incluyendo a la infanta Elena y sus hijos. Victoria Federica, en particular, ha sido señalada como una figura incómoda dentro de Zarzuela.

Victoria Federica, la nueva ‘exiliada' de la Casa Real

Victoria Federica, hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar, ha ganado notoriedad como influencer y rostro de marcas de lujo. Sin embargo, su creciente presencia en los medios ha incomodado. Felipe VI y Letizia han restringido cualquier contacto entre Leonor y Sofía con su prima, considerándola una mala influencia para la imagen institucional de la monarquía.

Desde Zarzuela han intentado replicar la estrategia utilizada con Froilán, quien fue enviado a vivir a Abu Dabi. Sin embargo, Victoria Federica se ha resistido a la idea de abandonar España. A diferencia de su hermano, la joven mantiene una estrecha relación con la reina Sofía, quien ha intervenido en su defensa. 

Sofía no quiere ver a más nietos alejados y valora que Victoria sea la única que la visita con frecuencia y hasta se hospeda con ella en ocasiones.

A pesar de la protección de su abuela, la presión de la Casa Real podría estar afectando la carrera de Victoria Federica. Algunas marcas con las que ha trabajado han reducido su apoyo, argumentando que su influencia en el ámbito comercial no ha sido tan rentable como se esperaba. Algunos incluso llegan a señalar que esto podría ser resultado de gestiones discretas desde Zarzuela para limitar su exposición mediática.

La salud de la reina Sofía, en el centro de la preocupación

El conflicto familiar y la edad avanzada de la reina Sofía han generado preocupación en Zarzuela. A sus 86 años, la emérita enfrenta problemas de movilidad que se hicieron evidentes en su reciente participación en un acto en Segovia. Durante el evento, necesitó ayuda para bajar del estrado, una imagen que encendió las alarmas sobre su estado de salud.

Felipe VI y sus hermanas, la infanta Elena y la infanta Cristina, han expresado inquietud por el bienestar de su madre. Desde la Casa Real se plantea un retiro definitivo de la vida pública para la reina emérita, una propuesta que ella rechaza tajantemente. Sofía ha manifestado su deseo de seguir activa en sus compromisos institucionales, al igual que hizo la reina Isabel II hasta su fallecimiento.

Sin embargo, el equipo médico de Zarzuela ha recomendado que reduzca sus actividades. La combinación del desgaste físico y los recientes golpes emocionales, como la enfermedad de su hermana Irene de Grecia y el fallecimiento de su hermano Constantino, han afectado su estado general. En caso de no moderar su ritmo, Sofía podría enfrentarse a una cirugía, algo que, debido a su avanzada edad, preocupa a su entorno.

La situación en la Casa Real se mantiene tensa, con decisiones que pueden cambiar el rumbo de la monarquía. Mientras Felipe VI y Letizia priorizan la estabilidad de la institución y el futuro de Leonor, la reina Sofía lucha por mantener a su familia unida en medio de un nuevo distanciamiento que podría cambiar para siempre la estructura de la realeza española.