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El debate por los beneficios del consumo de vino nació en la década de los 70 y se remonta a estos días. En 1992, los científicos S. Renaud y M. Lorgeril llamaron esto como la "paradoja francesa"; donde a pesar del consumo de una dieta rica en grasas saturadas, los franceses tenían un riesgo bajo de mortalidad asociada a cardiopatía isquémica en los bebedores de vino tinto.
Desde entonces la discusión ha tomado relevancia en el mundo, donde distintas fundaciones y clínicas se dedican a estudiar la cantidad justa de consumo ya que paradójicamente, el consumo excesivo de alcohol se asocia con un mayor riesgo de eventos cardiovasculares.
¿El vino es bueno para la salud?
La Fundación Española del Corazón da la respuesta a esto y se trata de un rotundo sí (por supuesto, con moderación). Y, hace especial hincapié en que los antioxidantes que contiene el vino pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares. Esto gracias a que aumenta los niveles de colesterol 'bueno' y provocan un efecto protector de las arterias.
- Una bebida rica en flavonoides, que proporcionan un efecto vasodilatador, beneficioso para las arteria.
- Posee taninos y polifenoles, que funcionan como antioxidantes contra las moléculas conocidas como radicales libres.
- Otros estudios muestran que el resveratrol (otra propiedad de esta bebida), podría estar relacionado con un menor riesgo de inflamación y coagulación de la sangre, lo que tendría un efecto preventivo sobre el desarrollo de enfermedades cardiacas
¿Cuánta es la cantidad exacta de vino que se debe de consumir al día?
- Para los hombres, la cantidad ideal son dos copas, es decir 280 mililitros de vino por día. Siempre con dos días libres de alcohol a la semana.
- Para las mujeres, se reduce a una copa de vino por día, es decir 140 mililitros, con dos días libres semanales.
Esta diferenciación se da por la acción metabólica y hormonal de las mujeres que cambian la metabolización del alcohol.
