Imhotep: el primer genio universal de la historia y creador de la primera pirámide

Imhotep, una figura rodeada de misticismo y admiración, es reconocido como el primer genio universal de la historia. Este destacado personaje no solo se destacó como arquitecto de la primera pirámide, sino que también dejó un legado significativo como médico, sacerdote y estadista en el antiguo Egipto.

Durante el reinado del faraón Djoser, en la Tercera Dinastía del Antiguo Reino (aproximadamente 2667-2648 a.C.), Imhotep llevó a cabo su mayor logro arquitectónico: la construcción de la Pirámide Escalonada en Saqqara. 

Este monumento es considerado la primera pirámide y uno de los primeros ejemplos de estructuras de piedra de gran escala en la historia. Su diseño innovador marcó un hito en la evolución de la arquitectura monumental, según la Enciclopedia Británica.

Imhotep, genio polímata del Antiguo Egipto

Además de su notable contribución a la arquitectura, Imhotep se destacó en diversos campos del conocimiento. Fue un médico de renombre y se le atribuye la autoría del Papiro Edwin Smith, uno de los textos médicos más antiguos que se conocen, el cual describe una variedad de lesiones y sus tratamientos de manera racional y sistemática.

Esta obra es un testimonio de su avanzada comprensión de la medicina y su enfoque pragmático, desprovisto de las prácticas mágicas que eran comunes en su época, según lo señala el portal ThoughtCo.

Imhotep también fue un sacerdote y erudito, célebre por sus enseñanzas filosóficas y religiosas. Aunque no se han conservado textos escritos de su autoría, su sabiduría y conocimiento fueron venerados a lo largo de los siglos, lo que eventualmente condujo a su deificación.

Durante el Nuevo Reino, fue incluido entre los siete grandes sabios de Egipto y su influencia se mantuvo hasta el período ptolemaico, donde fue asociado con Asclepio, el dios griego de la medicina, lo que resalta la trascendencia de su legado en la historia de la medicina y la filosofía.

El enigma y la herencia de Imhotep

El legado de Imhotep trasciende sus notables contribuciones en los campos de la arquitectura y la medicina. Esta figura emblemática de la corte de Djoser ocupó el cargo de visir y supervisó a escultores y arquitectos. La inscripción hallada en la base de una estatua de Djoser en Saqqara atestigua su elevado estatus y su papel fundamental en la edificación del complejo funerario, lo que resalta su influencia en la arquitectura del antiguo Egipto.

No obstante, su relevancia histórica, el paradero de su tumba continúa siendo un enigma. A lo largo de los años, diversas expediciones arqueológicas han intentado sin éxito localizar su sepulcro, lo que contribuye a la atmósfera de misterio que rodea a este polímata de la antigüedad. La eventual localización de su tumba podría proporcionar valiosas y sorprendentes revelaciones sobre su vida, su obra y su impacto en la civilización egipcia.