

Pasar la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) en España representa un proceso que trasciende lo meramente administrativo. Este control, que es de carácter obligatorio y está bajo la supervisión del Ministerio de Industria y Turismo, tiene como finalidad determinar si un vehículo es apto para circular con seguridad por las carreteras.
La revisión abarca aspectos fundamentales, desde neumáticos y frenos hasta emisiones contaminantes y sistemas de iluminación.
Recientemente, el Gobierno ha anunciado un refuerzo en los controles a nivel nacional. A través de la Dirección General de Tráfico (DGT), se llevarán a cabo inspecciones exhaustivas, vehículo por vehículo, para identificar aquellos que circulen sin la ITV vigente.
El objetivo de estas medidas es evidente: disminuir la incidencia de accidentes de tráfico y asegurar que todos los automóviles cumplan con los estándares de seguridad establecidos.

ITV expirada: información de la DGT y sus efectos en conductores
El principal cambio que introduce esta medida es la tolerancia cero hacia aquellos que circulan con la ITV vencida. La DGT ha aclarado que no se considera relevante si el conductor ha reservado una cita: “No se debe circular con la ITV caducada, aun cuando se haya solicitado una cita posterior a la fecha de vencimiento”.
Esto implica que, desde el primer día de caducidad, el vehículo queda fuera de la legalidad. Además, la pegatina de la ITV debe estar visible en el parabrisas. De no ser así, la Guardia Civil tiene la facultad de detener al conductor e iniciar un procedimiento sancionador. El propio organismo de seguridad vial ha advertido que “eludir la ITV es considerado un delito”.
Para los conductores, esto implica la necesidad de organizar con antelación la cita y asegurarse de no exceder la fecha límite. Circular sin una ITV válida conlleva riesgos tanto legales como económicos, además de comprometer la seguridad del propio conductor y de terceros.
Sanciones por conducir con la ITV caducada: multas de hasta 500 euros y pérdida de puntos
Las sanciones económicas por no cumplir con la ITV son drásticas. Circular con la ITV caducada implica una multa mínima de 200 euros y la retirada de tres puntos del carnet de conducir. En situaciones de retrasos superiores a un año, la cifra se eleva hasta los 500 euros.

Más allá de la sanción directa, existen repercusiones indirectas. Si el conductor se ve involucrado en un accidente y la ITV está vencida, el seguro puede negarse a cubrir los daños.
Por esta razón, la DGT enfatiza la relevancia de cumplir con este requisito. Estas multas se suman a un contexto en el que, según datos oficiales, en 2022 circular con la ITV caducada o con resultado negativo fue una de las infracciones más habituales en España.
Los fallos más frecuentes en la ITV: el sistema de luces como principal causa de suspenso
La revisión técnica no se limita a comprobar fechas y documentos. También evalúa el estado real del vehículo. Entre los aspectos que más frecuentemente causan suspensos, el sistema de iluminación es uno de los más destacados. Bombillas quemadas, luces desajustadas o sistemas que no operan adecuadamente son motivos comunes de rechazo.
Por ello, se aconseja a los conductores verificar previamente todas las luces del coche: posición, cruce, carretera, freno e intermitentes. Una revisión sencilla en casa puede evitar un suspenso innecesario y, sobre todo, prevenir accidentes. Mantener los faros limpios y sin daños también es crucial para pasar la inspección sin inconvenientes.
La Inspección Técnica de Vehículos seguirá siendo un requisito obligatorio para todos los conductores en España. Con estas medidas, el Gobierno refuerza la supervisión y busca minimizar al máximo los riesgos en las carreteras.
Circular con la ITV caducada ya no tendrá excusas: no importará contar con cita previa ni alegar desconocimiento. Las revisiones se realizarán coche por coche, con sanciones significativas y posibles complicaciones con los seguros.












