El té que "lo cura todo": es multivitamínico, ayuda a la producción de colágeno natural y alivia todos los dolores
Se trata de una popular hierba utilizada en la medicina tradicional china para tratar problemas digestivos.
Una buena alimentación es fundamental para fortalecer de las defensas y ayuda a la prevención de enfermedades. A través de la comida el cuerpo se nutre y se prepara para afrontar distintos tipos de afecciones. Por eso, llevar una dieta saludable y variable es una de las más herramientas más poderosas para luchar contra la aparición de la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y respiratorias.
En este sentido, existen muchos alimentos, como frutas, vegetales y hierbas, que detentan propiedades beneficiosas para el organismo porque concentran un gran volumen de vitaminas y minerales.
Una de las más poderosas y poco conocidas la agastache rugosa, una hierba cultivada en China, Japón y Corea que es muy valorada por la medicina alternativa por su capacidad de tratar enfermedades gástricas.
¿Qué es la agastache rugosa y qué propiedades tiene?
La agastache rugosa es una planta herbácea aromática que crece en los países del norte de Asia. Se trata de una de las 50 hierbas fundamentales usadas en la medicina tradicional china.
También conocida como la "menta coreana", sus hojas se destacan por contener propiedades antibacterianas, antifúngicas, antipiréticas y estomacales.
¿Qué beneficios medicinales tiene la agastache rugosa?
Esta planta es utilizada para tratar trastornos del sistema digestivo, como dolor abdominal, diarrea, resfriado común y vómitos. Según una investigación realizada por el Instituto Coreano de Medicina Oriental, el extracto de agastache rugosa "ejerce efectos gastroprotectores mediante la mejora del daño de la mucosa".
Por eso "puede usarse en el tratamiento de la gastritis" y para el "tratamiento de enfermedades inflamatorias y gastroesofágicas".
¿Cómo consumir la agastache rugosa?
La manera más sencilla de incorporar esta hierba a la dieta es mediante infusiones, pero también puedes conseguirla en cápsulas, gotas o tabletas.
De todos modos, siempre es importante consultar con un médico antes de tomarla en cualquiera de sus formas para descartar contraindicaciones.
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