Descubrimiento

Descifran uno de los grandes misterios del Universo: este es el origen de los agujeros negros

Nuevas observaciones revelan un crecimiento acelerado de agujeros negros supermasivos más allá de sus galaxias anfitrionas en el universo temprano.

En esta noticia

Astrónomos del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) han logrado captar la luz estelar que envuelve a algunos de los cuásares más antiguos del universo

Esta luz, que se remonta a más de 13 mil millones de años atrás hasta los albores del universo, ofrece pistas cruciales sobre la formación de los primeros agujeros negros y galaxias.

La relación entre masa de agujeros negros y galaxias a lo largo del tiempo

El estudio reciente publicado en The Astrophysical Journal sugiere que los agujeros negros supermasivos de estos cuásares tenían una masa considerablemente mayor en relación con sus galaxias anfitrionas en comparación con sus equivalentes modernos. 

Este descubrimiento podría revelar cómo los agujeros negros más antiguos y colosales adquirieron su masa en un periodo relativamente breve.

Una imagen del Telescopio James Webb muestra el quásar J0148 rodeado en rojo. Dos recuadros muestran, en la parte superior, el agujero negro central, y en la parte inferior, la emisión estelar de la galaxia anfitriona. (Imagen: Minghao Yue, Anna-Christina Eilers / NASA)

El lugar de los cuásares en el universo

Los cuásares son reconocidos por ser los centros luminosos de galaxias activas, albergando un agujero negro supermasivo voraz en su núcleo. A diferencia de los agujeros negros más comunes que esporádicamente consumen gas y desechos estelares, los cuásares pueden absorber enormes cantidades de materia durante períodos extendidos, generando un anillo brillante y duradero visible a través de grandes distancias.

El equipo de MIT ha hecho un avance significativo al observar, por primera vez, la luz tenue de las estrellas en las galaxias que hospedan a tres cuásares antiguos. A través de esta luz estelar elusiva, los investigadores pudieron estimar la masa de cada galaxia anfitriona y compararla con la de su agujero negro central. Los resultados indican que los agujeros negros centrales eran mucho más masivos en relación con sus galaxias anfitrionas en comparación con los agujeros negros actuales.

Además, los autores del estudio, incluyendo a Minghao Yue, postdoctorado del Instituto Kavli de MIT para Astrofísica y Investigación Espacial, y Anna-Christina Eilers, profesora asistente de física en MIT, sugieren que los agujeros negros supermasivos iniciales podrían haberse desarrollado a partir de "semillas" más masivas que las de hoy.

Este estudio no solo arroja luz sobre la formación y crecimiento de los agujeros negros supermasivos en el universo temprano, sino que también desafía nuestra comprensión de la evolución cósmica, proponiendo que los agujeros negros pudieron haber alcanzado su masa antes que las galaxias que los contenían. 

Representación artística de un agujero negro. (Imagen: archivo)

Esta investigación destaca la importancia de herramientas avanzadas como el Telescopio Espacial James Webb, que permitió al equipo observar con mayor claridad y detalle que nunca antes.

Temas relacionados