Así funciona la 'Cúpula de Hierro' que protege a nuestro país: la defensa por capas con cuatro tipos de misiles antiaéreos
El sistema de defensa antiaérea de España está diseñado para neutralizar amenazas aéreas con una estrategia de múltiples capas.
En un mundo donde las amenazas aéreas se vuelven cada vez más sofisticadas, España ha optado por una defensa por capas, similar al modelo israelí conocido como la 'Cúpula de Hierro'. Aunque nuestro país no cuenta con un sistema idéntico, sí dispone de una arquitectura de defensa moderna basada en cuatro tipos de misiles que permiten proteger el espacio aéreo de amenazas diversas, desde drones hasta misiles balísticos.
El sistema de defensa antiaérea español se basa en una estructura que cubre diferentes niveles de alcance y altitud, proporcionando una respuesta adecuada a la variedad de ataques aéreos que podría enfrentar. Esta estrategia busca cubrir todos los ángulos posibles, asegurando que ninguna amenaza logre penetrar sin ser detectada y neutralizada a tiempo.
Misiles de gran alcance y tecnología avanzada
En el centro de esta defensa encontramos los misiles Patriot, los más poderosos del arsenal español. Capaces de interceptar objetivos a más de 100 kilómetros de distancia y a alturas de hasta 24 kilómetros, los Patriot son famosos por su fiabilidad, siendo utilizados también en conflictos recientes, como en la defensa de Ucrania frente a bombardeos rusos. Este sistema no solo protege a España, sino que también refuerza la seguridad en Europa al participar en misiones internacionales de la OTAN.
El siguiente escalón en la defensa lo ocupan los misiles Hawk, de rango medio, que cubren un radio de hasta 40 kilómetros y son ideales para interceptar aeronaves a gran velocidad. Lo más notable es su versatilidad, ya que pueden operar de forma autónoma en apenas tres horas, lo que les otorga una gran capacidad de respuesta en situaciones de emergencia.
Defensa contra amenazas menores y drones
En un nivel más bajo, pero igualmente crucial, encontramos los misiles Nasams, diseñados para interceptar drones, misiles de crucero y aeronaves a distancias más cortas, de hasta 25 kilómetros. Este sistema ha sido probado con éxito en varios países europeos y ofrece una solución eficaz contra amenazas que podrían pasar desapercibidas para los sistemas más pesados.
Además, los misiles Mistral, de corto alcance, complementan la defensa con la capacidad de neutralizar amenazas a baja altitud, haciendo frente a los drones que podrían superar los sistemas más avanzados.
Un escudo tecnológico en constante evolución
El desafío de la defensa aérea es que las amenazas evolucionan constantemente. España ha adaptado su sistema con tecnología de vanguardia, en colaboración con la OTAN y otros aliados estratégicos.
A diferencia de la 'Cúpula de Hierro' de Israel, que ha demostrado ser eficaz en la protección contra ataques masivos desde Gaza, la defensa española se adapta a un contexto europeo, donde las amenazas no siempre provienen de misiles, sino también de drones y ataques cibernéticos que pueden comprometer la seguridad nacional.
Con un enfoque estratégico en la anticipación y detección temprana, el sistema español está diseñado para responder de manera inmediata a cualquier amenaza, asegurando así la protección de infraestructuras críticas y zonas urbanas clave en todo el país.