

Un equipo de investigadores de Massachusetts General Hospital, afiliado a Harvard, ha desarrollado un test de olfato que permite detectar signos tempranos de deterioro cognitivo leve, una de las fases iniciales del Alzhéimer.
El estudio, publicado en Scientific Reports, sugiere que esta prueba, sencilla y económica, podría realizarse en casa y servir como herramienta de cribado para identificar a personas en riesgo años antes de que aparezcan los síntomas clásicos de la enfermedad.
La prueba consiste en una tarjeta con etiquetas odoríferas que los participantes deben oler para evaluar su capacidad de identificar, discriminar y recordar olores.
Los resultados mostraron que los adultos mayores con deterioro cognitivo leve obtuvieron puntuaciones más bajas en comparación con aquellos sin problemas cognitivos. Además, la prueba fue igualmente efectiva en participantes de habla inglesa y española, lo que destaca su aplicabilidad en diversas poblaciones.

La pérdida del olfato como señal temprana del Alzhéimer
La relación entre la pérdida del sentido del olfato y el Alzhéimer no es nueva. Estudios anteriores han demostrado que la disfunción olfativa puede ser uno de los primeros signos de la enfermedad, incluso antes de que se manifiesten los problemas de memoria.
Esto se debe a que las áreas del cerebro responsables del olfato, como el bulbo olfatorio y la corteza entorrinal, son algunas de las primeras afectadas por la acumulación de placas de beta-amiloide, características del Alzhéimer.
Además, investigaciones han encontrado que las personas con deterioro cognitivo leve que presentan una disminución en la capacidad para identificar olores tienen un mayor riesgo de progresar hacia el Alzhéimer.
Por ejemplo, un estudio realizado en China mostró que las pruebas de discriminación olfativa tienen una alta eficacia diagnóstica para detectar etapas tempranas de la enfermedad.
Ventajas de las pruebas olfativas caseras
Una de las principales ventajas de esta nueva prueba es su simplicidad y accesibilidad. A diferencia de otros métodos de diagnóstico, como las imágenes cerebrales o las punciones lumbares, que son costosos e invasivos, esta prueba puede realizarse en casa sin supervisión médica. Esto la convierte en una herramienta potencialmente valiosa para el cribado masivo y la detección temprana de la enfermedad.
El doctor Mark Albers, autor principal del estudio y miembro del Departamento de Neurología del Massachusetts General Hospital, afirmó: "La detección temprana del deterioro cognitivo podría ayudarnos a identificar a las personas en riesgo de enfermedad de Alzhéimer e intervenir años antes de que comiencen los síntomas de pérdida de memoria".

Implicaciones para el futuro del diagnóstico del Alzhéimer
Este avance podría tener importantes implicaciones para el futuro del diagnóstico y tratamiento del Alzhéimer. Al identificar a las personas en riesgo en etapas más tempranas, sería posible implementar intervenciones preventivas que podrían retrasar o incluso prevenir la aparición de la enfermedad.
Además, la facilidad de uso y el bajo costo de la prueba la hacen adecuada para su implementación en entornos con recursos limitados, donde el acceso a métodos de diagnóstico más sofisticados puede ser limitado. Esto podría contribuir a reducir las disparidades en el diagnóstico y tratamiento del Alzhéimer a nivel mundial.












