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Adiós burnout: el hábito sencillo que optimiza tu productividad y evita que procrastines en el trabajo

La idea de esta herramienta es usar mejor el tiempo y la energía durante las horas en las que se desarrollan las tareas cotidianos.

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La productividad es un desafío constante en el entorno laboral actual, donde las largas jornadas y la presión por cumplir objetivos pueden generar agotamiento. 

Sin embargo, existe un hábito sencillo que puede aumentar tu rendimiento y, al mismo tiempo, evitar que procrastines en el trabajo.

Este método es cada vez más recomendado por expertos para optimizar el uso del tiempo y la energía, de manera tal que se puedan lograr resultados óptimos al momento de desarrollar labores cotidianos. Algunos de sus beneficios son:

  • Reduce el estrés
  • Baja los niveles de agotamiento laboral
  • Garantiza eficiencia
  • Promueve la motivación durante la jornada de trabajo

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¿Cuál es el hábito que optimiza tu productividad y evita que procrastines en el trabajo?

El hábito en cuestión consiste en dividir tu jornada laboral en pequeños bloques de tiempo, con un enfoque total en una sola tarea durante un máximo de 90 minutos. Este enfoque ayuda a evitar la procrastinación, ya que limita la distracción y la tendencia a posponer tareas.

Este método implica períodos cortos de trabajo con descansos intermedios. (Foto: Freepik.es).

Durante esos intervalos, el objetivo es concentrarse completamente, eliminando todas las posibles interrupciones. Este método permite mantener la atención sin agotar tu energía de manera innecesaria.

¿Cómo funciona el método de sprints?

El método de sprints se basa en la idea de que el cerebro puede mantener un alto nivel de productividad durante un período de tiempo limitado. Después de esos 90 minutos de trabajo concentrado, es esencial tomar un descanso de entre 5 y 15 minutos.

Esta pausa ayuda a recuperar la energía y a evitar la fatiga mental que afecta negativamente al rendimiento. Así, se mantiene el equilibrio entre productividad y descanso, lo que previene el agotamiento o burnout.

Cada período de 90 minutos es intensivo y el descanso prepara a las personas para el siguiente trabajo. (Foto: Freepik.es).

Este sistema aprovecha los llamados ritmos ultradianos, que son ciclos naturales del cuerpo que permiten un rendimiento máximo. Al descansar tras estos sprints, se asegura que la mente esté lista para abordar la siguiente tarea sin caer en la fatiga.

Este hábito requiere de un entorno libre de distracciones, lo que implica evitar las interrupciones habituales, como correos electrónicos o notificaciones de redes sociales, para que esos 90 minutos sean lo más productivos posible. 

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Al implementar el método de sprints, es clave ser estricto con los tiempos de descanso. Al finalizar cada bloque de trabajo, se debe tomar una pausa obligatoria, aunque sea breve. Levantarse, caminar o simplemente desconectar durante unos minutos es esencial para que este hábito sea efectivo.

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