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Elon Musk, el empresario, inversor, y magnate conocido por fundar y dirigir empresas como SpaceX, Tesla y X Corp (anteriormente Twitter) se ha vuelto a colocar en el centro de la polémica por sus controvertidas declaraciones en cuanto a la productividad laboral.

En un mensaje publicado a través de X, el multimillonario ha sostenido: "DOGE trabaja 120 horas semanales. Nuestros opositores burocráticos trabajan con optimismo 40 horas a la semana. Por eso pierden tan rápido".

Que el magnate se oponga al teletrabajo no es nada nuevo, pero esta vez va más allá, pues plantea que sus empleados trabajen 120 horas semanales e incluso sugiere que duerman en la oficina para evitar perder tiempo del día en ir y volver a casa.

Elon Musk exige que a las personas con un "coeficiente intelectual muy alto" no se les pague por su trabajo

Como es de público conocimiento, a principios de este año, el presidente Donald Trump designó a Elon Musk como el nuevo líder del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una entidad dirigida a reducir el gasto público y reestructurar las agencias gubernamentales.

En sus primeras tres semanas bajo la administración de Trump, DOGE ha despedido y suspendido empleados públicos, solicitado acceso a sistemas de pago sensibles, desmantelado una agencia clave de ayuda humanitaria internacional y obtenido datos privados de millones de estadounidenses, todo sin ofrecer explicaciones.

Y eso no es todo. En noviembre de 2024, apenas unos días después de abrir su cuenta en X, DOGE lanzó un llamamiento a los "super high-IQ", es decir, personas con un alto coeficiente intelectual, para trabajar sin recibir remuneración: "Necesitamos revolucionarios con un coeficiente intelectual muy alto dispuestos a trabajar más de 80 horas por semana en recortes de costos poco glamorosos."

Poco después, un usuario señaló que muchos subestiman la exigente carga de trabajo que esto conllevará: una tarea minuciosa, demandante y de máxima calidad. Ante esto, Elon Musk respondió sin rodeos: "De hecho, será un trabajo tedioso, generará muchos enemigos y la compensación será cero."

Entre los empleados de DOGE hay ingenieros de apenas 19 años, lo que ha despertado preocupaciones sobre la explotación laboral. Mientras algunos sectores aplauden la iniciativa como un intento de modernizar la administración pública. Otros advierten que estas políticas violan derechos laborales fundamentales y podrían derivar en acciones legales contra Musk y su departamento.