En esta noticia

La pensión por incapacidad permanente constituye una ayuda social destinada a trabajadores que, a causa de una enfermedad o accidente, experimentan una disminución en su capacidad laboral.

Se trata de una prestación contributiva que garantiza un ingreso económico a los beneficiarios, pudiendo alcanzar un máximo de 3059 euros mensuales.

No obstante, para garantizar el acceso a esta prestación, los beneficiarios deben cumplir con ciertos requisitos y someterse a revisiones periódicas por parte de la Seguridad Social.

Esto es fundamental, ya que estas ayudas no son permanentes en todos los casos y pueden ser retiradas bajo determinadas condiciones.

Cómo solicitar la pensión por incapacidad permanente: requisitos esenciales

Para acceder a esta prestación, es imprescindible cumplir con los siguientes requisitos.

Estos requisitos son:

  • Estar dado de alta o en situación asimilada al alta en la Seguridad Social.
  • Los solicitantes menores de 31 años deben haber cotizado al menos la mitad del tiempo transcurrido desde los 16 años hasta la fecha del hecho causante.
  • Los solicitantes mayores de 31 años deben haber cotizado, como mínimo, un cuarto del tiempo desde los 20 años hasta la fecha del hecho causante, con un mínimo de cinco años de cotización.
  • Es necesario someterse a un reconocimiento por parte del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI).
  • No se debe superar los umbrales establecidos por la Seguridad Social, los cuales varían en función de la composición familiar del beneficiario.

Cómo solicitar la pensión por incapacidad permanente

El proceso de solicitud debe llevarse a cabo en las oficinas del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) o del Instituto Social de la Marina (ISM). Los documentos requeridos son los siguientes:

  • DNI o NIE.
  • Historial clínico actualizado.
  • Informes médicos que certifiquen la enfermedad o lesión.
  • Certificados de cotización y situación laboral. Una vez presentada la solicitud, el EVI procederá a realizar una evaluación exhaustiva para determinar el grado de incapacidad y la base reguladora de la pensión.

Razones que pueden llevar a la pérdida de la pensión de incapacidad permanente

Existen diversas causas por las cuales la Seguridad Social puede cancelar esta prestación:

  • Revisiones médicas periódicas: si se observa una mejora en la salud del beneficiario que le permita volver al mercado laboral.
  • Incompatibilidad laboral: realizar trabajos que superen las limitaciones del grado de incapacidad reconocido.
  • Falsedad o inconsistencias: intentar engañar al sistema mediante información falsa o comportamientos que no se alineen con la afección médica declarada.
  • Incumplimiento de tratamientos: abandonar o rechazar las terapias recomendadas para mejorar el estado de salud.
  • Transformación en pensión de jubilación: al alcanzar la edad de retiro, la incapacidad permanente se convierte en una pensión de jubilación, adaptándose a las condiciones de esta última.