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La subida de precios de los alimentos básicos y, por tanto, de la compra más esencial, ha provocado que cada vez estemos más atentos a los productos que adquirimos en el supermercado.

Con la intención de ahorrar, muchos españoles optan por comprar los productos más elementales para una alimentación equilibrada, prescindiendo de algunos "caprichos" que antes sí se podían permitir. Sin embargo, lo fundamental, es que aprendamos a conservarlos adecuadamente, dado que, de lo contrario, ninguno de estos esfuerzos tendría sentido.

Por eso, es importante saber dónde guardar los alimentos: en la nevera, o en la despensa, ya que no a todos les conviene el frío.

Qué alimentos no debes guardar en la nevera

Las bajas temperaturas, que son ideales para conservar determinados productos y extremadamente necesarias para otros, pueden hacer que algunos alimentos no maduren, se pongan duros o pierdan sabor.

Estos son algunos de los que debes evitar colocar en la nevera:

El pan

El pan es uno de los alimentos que solemos conservar en frío con la idea de que no se humedezca, por ejemplo. Pero esto hace que se estropee más rápido. Según se ha indicado en el portal especializado Saber vivir, el frío provoca que el pan pierda su sabor y por eso lo más aconsejable es guardarlo en un lugar fresco y seco.

El chocolate

Especialmente en verano, con las altas temperaturas, es habitual que levemos el chocolate al refrigerador.

Pero seguro que alguna al sacarlo, has observado que éste tenía una especie de capa blanquecina y has notado que su sabor no era tan intenso. Esto se debe a quelas bajas temperaturas pueden alterar su sabor, y, por lo tanto, empeorar el producto. Lo ideal en este caso es conservarlo a temperatura ambiente y alejado de la luz para que no le aporte temperatura.

Los tomates

Otro alimento que puede sorprender. Con bajas temperaturas, el tomate pierde sus propiedades. El frío modifica su proceso de maduración y altera su aroma y su sabor.

El jamón serrano

Uno de los preferidos de los españoles. Con el jamón serrano ocurre lo mismo que con los tomates.

Al ser un embutido, pensamos que debemos guardarlo en la nevera (como el jamón york o la mortadela). Sin embargo, con el frío, pierde su aroma y su sabor tan característico.

Los quesos curados

La mayoría de quesos necesitan refrigeración para conservarse adecuadamente. Sin embargo, el queso curado es la excepción. El frío también altera sus propiedades: hace que se reseque, agriete y pierda su aroma y su sabor.

Los plátanos

Los plátanos y el frío no se llevan bien. Así como ocurre con el resto de las frutas tropicales. Se recomienda conservarlos a temperatura ambiente y envolver la punta del plátano con papel film para ralentizar su proceso de maduración.