Bluesmart en primera persona: la historia detrás de la valija inteligente
La compañía argentina recaudó US$ 2 millones a través de un servicio de crowdfunding y facturó en el 2015 US$ 5 millones.
Todo nació en un café en Nueva York. Dos completos desconocidos se reunieron por un amigo en común. Entre café y café, un comentario al pasar se volvió en el puntapié inicial de una compañía que recaudó más de US$ 2 millones a través de una plataforma de crowdfunding y que terminó siendo incubada por Y Combinator, la aceleradora más importante de Silicon Valley.
Diego Saez-Gil, creador de apps como WeHostels y Tomás Pierucci, también emprendedor, pasaron de tomar un café informal a convertirse en dos de los fundadores de Bluesmart, junto a Alejo Valenti, Martín Diz y Brian Chen.
En marzo de 2014, una anécdota de Saez-Gil con una maleta perdida como protagonista principal terminó convirtiéndose en la base de un nuevo emprendimiento. Saez Gil y Pierucci comenzaron a dibujar las ideas que se les ocurrían en una servilleta del bar en el que estaban. Querían crear una valija conectada, que sea el complemento ideal para cualquier viajero frecuente.
“No tengo la servilleta pero sí una foto que le saqué. Con Diego tuvimos mucha conexión al instante. Yo vengo del palo de la producción y el de la parte más tecnológica. Nos faltaba un diseñador. Ahí llamé a Alejo Verlini y le dije: “Necesito que hagas la valija que hubiera hecho Steve Jobs , relata Pierucci.
Verlini no dudó y se sumó al equipo. Cuando dio el sí, Pierucci tomó un avión directo a China. Con tan solo unos bocetos que había armado el diseñador fue a averiguar cómo podían llevar a cabo la creación de una valija de este tipo.
Ese viaje se volvió clave dentro de la historia de Bluesmart. Entendieron que para poder crear una valija de este tipo iban a tener que contar con dos fábricas: una de electrónicos y otra que arme el producto. Sin embargo, lo más difícil no era su producción sino que ambas empresas trabajen en conjunto, una práctica que no es común para estas fábricas. “Fueron largas reuniones con traductores de por medio, pero finalmente logramos fabricar las valijas como queríamos , explica.
Las características de la valija no son ordinarias. Los emprendedores crearon una maleta del tipo carry on que puede ser controlada desde cualquier smartphone, tiene una batería incorporada para cargar el celular, conexión Bluetooth, permite el bloqueo del candado de la valija de forma remota y cuenta con la posibilidad de seguir la locación de la maleta desde cualquier parte.
El plan era ambicioso pero para logar el objetivo debían vivir en China y seguir el proceso paso a paso. “Hay que subirse y viajar a China, vimos que no había otra forma de hacerlo. Con mails no se puede hacer nada, hay que ir al lugar. No fue fácil. Queríamos cambiar toda una forma de crear un producto que la última innovación que tuvo fue el agregado de cuatro ruedas , explica el emprendedor y agrega: “Muchas empresas fallan y no logran cumplir su objetivo porque no quieren viajar a China .
Tras una inversión inicial de US$ 150.000 para la creación de sus prototipos, decidieron buscar financiamiento a través de la plataforma colectiva Indiegogo. Su meta de US$ 50.000 fue superada y recaudaron más de US$ 2 millones por parte de 10.000 personas que decidieron invertir en el producto. “Teníamos una expectativa muy grande pero no pensamos que íbamos a tener tanta colaboración. Yo estaba en Hong Kong y Diego en Nueva York y no lo podíamos creer , rememora Pierucci.
A principios de 2015 fueron seleccionados por Y Combinator, la aceleradora más importante de Silicon Valley, para formar parte de su plan. Junto a DemocracyOS, la plataforma de votación creada por Santiago Siri y Pia Mancini, fueron las dos empresas argentinas que formaron parte de la última camada de la aceleradora. Para poder ingresar a la incubadora decidieron dividir el equipo en dos: uno estaría con base en Hong Kong y otro trabajaría en Estados Unidos.
“Tenemos un equipo en China y otro en Hong Kong. Dijimos: ‘No nos vamos de acá hasta que tengamos todo entregado’. Y de hecho, hoy generamos un gran grupo con empleados locales que son clave para nuestro negocio , explica Pierucci.
La empresa fabricó más de 15.000 valijas inteligentes y facturó en 2015 unos US$ 5 millones. Además, recaudó una inversión de US$ 11 millones de parte de diferentes inversores de Silicon Valley. Hoy sus valijas se pueden conseguir en diferentes lugares como el MoMa de Nueva York, Brookstone y Strandbags, además de servicios de e-commerce como Amazon. ¿El precio de la valija? US$ 400.
Sin embargo, los emprendedores no se conforman con las maletas. Quieren convertir a BlueSmart en una empresa que genere innovación dentro de toda la experiencia del viaje. Los nuevos productos de la empresa se mantienen secretos, aunque durante la CES 2016 anunciaron la creación de una nueva valija inteligente para despachar.
El desarrollo del software detrás de estos productos será realizado desde la Argentina. La empresa decidió abrir una oficina en el país tras una inversión de $ 100 millones. La sede local de la empresa contará con 300 empleados que se volverán uno de los pilares de los nuevos productos de la compañía que busca innovar en una industria que, hasta el momento, se había mostrado reacia al cambio.
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