En la política argentina, dos meses son mucho tiempo. E incluso antes de que pasen esos dos meses (y una semana) que faltan todavía para las elecciones de octubre, uno de cada cuatro votantes ya cree que podría cambiar su voto con respecto a las PASO, más allá de a quién haya votado en las primarias del 9 de agosto.
En una encuesta de González y Valladares, un 74,8% de los que respondieron aseguraron que votarán en las elecciones generales al mismo candidato al que votaron en agosto (o al que haya quedado en el frente respectivo, en los casos en los que hubo interna).
Ante la pregunta de si cree que desde ahora hasta el 25 de octubre podría cambiar su decisión, un 20,4% ya dijo que sí y el restante 4,8% lo dejó abierto, al responder que no sabe.
Núcleos duros
Según la encuesta, Sergio Massa es el que tendría el mayor “núcleo duro” de votantes: de los que lo votaron en las PASO, un 80,2% aseguraron que no cambiarán su voto en octubre, frente al 79,9% de Mauricio Macri y el 75,3% de Daniel Scioli.
Sin embargo, la fortaleza de Massa y Macri es relativa: el voto de sus aliados frentistas es mucho más volátil. Entre síes y “no sabe”, los que votaron a Ernesto Sanz en agosto pero podrían no votar a Cambiemos en octubre suman un 54,9%, mientras que los de Lilita Carrió son un 47,4%. De los votantes de José Manuel de la Sota, un 30,8% podrían no votar a UNA. Scioli, que no tuvo internas, no tendría ese problema.
De los otros tres candidatos que pasaron a la primera rueda de las generales (primera y única si no hay ballottage), los votantes de Margarita Stolbizer son los más volátiles, con un 73,5% que aseguran que mantendrán su decisión frente al 76,4% de Nicolás del Caño y el 76,3% de Adolfo Rodríguez Saá.
El sondeo fue realizado el 13 de agosto con 600 encuestas telefónicas efectivas realizadas en todo el país en base a un muestreo probabilístico estratificado.