

Mientras gran parte del oficialismo se había resignado al manual de estilo K y a esperar a las 23.59 del 20J, plazo de la presentación de las candidaturas, para tener algo más que pistas sobre las futuras listas, las primeras que pelearán por la sucesión de la década kirchnerista sin el apellido presidencial, Daniel Scioli visitó la Quinta de Olivos. "Tenemos que dar certidumbre, la tranquilidad a la continuidad de estas políticas en estas horas decisivas", comenzó un extraño prólogo el gobernador bonaerense, en C5N, para anunciar que le "ofrecerá" al secretario de Legal y Técnica, Carlos "Chino" Zannini, alterego presidencial, ser su candidato a Vice.
"Siempre buscamos una complementación", empezó a recordar sus fórmulas, cuando la Casa Rosada (Néstor primero y luego, Cristina Kirchner) le pusieron de compañero de fórmula provincial a Alberto Balestrini y después a Gabriel Mariotto, bajo la presunción de ser sus "comisarios políticos" que terminaron anaranjados. Continuó relatando el ex motonauta, cristinizado en el último tiempo y resignado a entregar todos los lugares en la boleta que hicieran faltan, post-cónclave con la Jefa de Estado: "Me pareció muy importante conocer la opinión de la Presidenta de integrar a un hombre que viene de las bases fundacionales de todos estos años, no sólo de los 12 años". Ya entonces, desde el piso se preguntaban si el elegido era el hijo presidencial, el líder de La Cámpora, Máximo Kirchner. Pegó en el palo: "Hablo de Carlos Zannini", reveló Scioli. Y aclaró que la solicitud al ex maoísta, arquitecto jurídico del engranaje K desde Río Gallegos y hasta, irónicamente, principal sospechoso de la mayoría de los supuestos intentos de desestabilización de la gestión naranja, llegaría "en las próximas horas". Sería una síntesis Sciolista-K.
Cuando Scioli cortó, empezaron las especulaciones. ¿Fue sólo un "operativo clamor"? ¿Lo pidió en público porque en privado se lo impusieron? ¿Cristina Kirchner avaló la fórmula cuando Zannini era, en teoría, el artífice y sostén de la precandidatura del rival interno del gobernador, Florencio Randazzo? ¿Habrá profecía autocumplida del ministro de Transporte como aspirante bonaerense?
Ante las hipótesis, como entre los tres (por ahora) aspirantes a gobernador, en la tropa ferroviaria se llamaron a un hermético silencio, impactados por la noticia. En medio de nuevos rumores de la caída de su postulación, incluso tras reservar ante la junta electoral partidaria la Lista 2 bajo el nombre "Néstor Kirchner" (al igual que el sciolismo), ayer temprano se habían revitalizado con la foto Randazzo-Eduardo "Wado" De Pedro, otro que aún suena como posible Vice (nacional o provincial). Fue el secretario General de la Presidencia quien validó la anunciada fórmula al celebrarla en Twitter.
En base a la Teoría del Equivalente (dos PJ o dos camporistas) se impone que, para mantenerlo como presidenciable en la interna sin ser un mero sparring, debería acompañarlo una figura de tanto ADN K como Zannini. "Si no nos ponen a (Axel) Kicillof o a Máximo, nos sacaron de la carrera", evaluaban resignados los ferroviarios con un líder que, en público, ha renegado de "ser el gobernador de Scioli" y que antes prefería irse a su casa.
Desde La Plata, donde daban por segura la fórmula Scioli-Zannini, creían que era el fin de la aventura presidencial de Randazzo y, por ende, de las PASO nacionales, instrumento electoral impulsado (ironía) desde su ministerio del Interior.













