

En el búnker naranja todos apuestan al debate del próximo domingo. A 11 días del ballottage, hoy Daniel Scioli liberó su agenda, que venía focalizada en recorridas en la clave provincia de Buenos Aires, su mayor apuesta para invertir la tendencia. A modo de prólogo del cruce, que evitó en la primera vuelta, el descristinizado presidenciable del FpV insiste con contraponer sus ideas con las de su rival de Cambiemos, Mauricio Macri. En especial, haciendo foco en la economía. Con un tono menos agresivo que la denunciada "campaña sucia". Por caso, ayer, el gobernador bonaerense vaticinó que al Jefe de Gobierno porteño propondrá "una megadevaluación" mientras que, en cambio, él garantiza "un dólar a 10 pesos" y "paritarias libres sin techos salariales".
"Cuando yo digo que garantizo un dólar a 10 pesos, a ellos se les pincha el globo de la megadevaluación que están planificando", criticó Scioli en una visita en Florencio Varela, en el sur del conurbano. Los términos no fueron azarosos. En paralelo, su equipo de prensa difundió un spot distinto a las piezas publicitarias que comenzaron a verse por TV. Lo protagonizan tres globos amarillos (el color del PRO) con consignas macristas (Pobreza cero, revolución de la alegría, y una casa para cada familia) que se desinflan. "El tiempo de inflar globos se terminó" dice el locutor.
Mientras tanto, el aún gobernador trataba de esquivar la polémica de la toma de terrenos en Merlo (ver aparte) respetando la máxima que distribuyó a su tropa, como parte de la nueva estrategia de moderación: no atacar a su electa sucesora, María Eugenia Vidal. "Hay que analizar si es una cuestión política o una necesidad", deslizó, con un sciolismo que ruega que no estallen más escándalos de acá al 22 de noviembre.
En declaraciones a Radio 10, el postulante oficialista insistió en que un aumento brusco en el valor de la divisa, como anticiparon los economistas de Macri en caso de acceder a la Presidencia, "afecta los salarios". "Yo quiero que los trabajadores sigan aumentando su salario por encima del valor del dólar", aseguró el ex motonauta, al tiempo que rechazó "caer en una apertura económica que nos haga retroceder todo lo que hemos avanzado".
Una elíptica referencia al slogan K de "vuelven los 90". Por otra parte, durante una visita que realizó a la Universidad Nacional Arturo Jauretche de Florencio Varela, advirtió que "la semana pasada" el partido de Macri se opuso a sancionar por ley la gratuidad de los estudiantes en las universidades" públicas. Al exponer ante estudiantes y profesores universitarios, Scioli prometió que, en caso de acceder al Sillón de Rivadavia, va a garantizar "las paritarias libres sin techos salariales" y volvió a diferenciarse de Macri: "Hay otra definición del candidato de la alianza Cambiemos que tiene la concepción que los salarios son un gasto". Otra referencia subliminal, esta vez a la fallida experiencia de Fernando De la Rúa que terminó en 2001.
"Eso es lo que está en discusión: o gana lo público, la presencia del Estado, o volvemos a que lo privado, que el mercado, deje abandonado a su suerte a los trabajadores, a los más humildes, a la clase media". Esa será, confían en su búnker, el trazo grueso de su estrategia para el debate con Macri, bajo la metáfora de "desenmascarar" las supuestas políticas que el líder de PRO llevaría a cabo pero que hoy evita adelantar.
La campaña naranja sigue el ritmo del día a día. Por ejemplo aún no está cerrado el lugar de su cierre el próximo jueves. La premisa es una: recuperarse en su propio territorio. "Antes del 25 (de octubre) y el efecto Aníbal, las encuestas daban que Scioli le sacaba 12 puntos a Macri. La brecha se achicó por Vidal. Por eso ahora la muestra en sus spots. Si volvemos a esa diferencia, ganamos la elección", se esperanzó un importante funcionario naranja.
Y la fe sciolista está puesta en otro fenómeno de la primera vuelta: ahora que no es el favorito, que el "voto vergüenza", oculto en los sondeos, ahora beneficie al ex motonauta.













