A días de la convención en la que el radicalismo debería terminar de definir qué hará en las elecciones presidenciales, la interna de la UCR está al rojo vivo. A los cruces públicos que ya mantenían varios de sus más destacados dirigentes, ahora se sumó con todo el diputado Ricardo Alfonsín, que cargó contra el senador Ernesto Sanz y su idea de una alianza con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri.

“Sanz nos dice que debemos ir con el PRO para no perder o para ingresar más concejales, intendentes o gobernadores radicales”, apuntó Alfonsín en un mensaje que posteó en su muro de Facebook. “Pero Sanz no cuenta toda la película”, acusó.

El diputado recordó que “desde 2001 hasta 2013, la UCR enfrentó las elecciones con estrategias (…) de sobrevivencia” en las que buscaba “no perder espacios en las instancias institucionales de poder, legislativos o ejecutivos”. Pero que en 2013 pusieron “en marcha una estrategia de poder” y “el Frente Amplio-UNEN salió segundo a nivel nacional”.

“Sin embargo, y contra lo que cabía suponer, desde el interior mismo del Frente Amplio, se dedicaron a malograrlo (al Frente UNEN). Y lo consiguieron, y con ello llevaron al radicalismo otra vez a una situación de debilidad electoral”, se quejó Alfonsín.

El dirigente reconoció que “otra vez lo central pasó a ser evitar perder representación legislativa o ejecutiva” y que ese “espíritu de sobrevivencia (…) será el que reinará en la Convención Nacional”.

Con disciplina partidaria y como la mayoría de sus correligionarios –Sanz y el también senador Gerardo Morales, de un lado, y el ex vicepresidente Julio Cobos, del otro-, Alfonsín prometió que acatará lo que decida el partido. “Pero –advirtió- nadie conseguirá convencerme de que a esta situación llegamos de casualidad, ni que es mejor ser furgón de cola del PRO, que locomotora del Frente Amplio o que es mejor ganar con el Pro que con el Frente Amplio”.