Un estudio privado comparó la evolución de los salarios de los jubilados que perciben la remuneración mínima con el comportamiento de la inflación en los últimos 6 años, y mostró que teniendo en cuenta los "bonos" complementarios, perdieron el equivalente a 6,7 ingresos de 2017.

Según el relevamiento de Nadin Argañaraz, en concreto, se trata de una pérdida de $452.000 por jubilado o pensionado de la última categoría, lo que representa un ahorro de 106 millones de estas remuneraciones para el Estado nacional, a través de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES)

El informe estima que, sin contar, los paliativos que suma la ANSES, la pérdida asciende a 9 jubilaciones de 2017 y calcula que se deberían incrementar 24% las prestaciones para equiparar el poder adquisitivo de 6 años atrás.

Por un lado, revela la pérdida de poder adquisitivo de jubilados y pensionados que actualmente perciben $60.124 mensuales, en los últimos 5 años. "Para alguien que tiene una jubilación mínima, el Estado nacional debería darle durante este mes de diciembre una compensación de $452.000 para compensar el poder adquisitivo que perdió a lo largo de cinco años", plantea Argañaraz.

Actualmente, para sostener el nivel de ingreso de 2017, un jubilado con la mínima debería estar cobrando $67.499, lo que indica una pérdida real del 11% respecto al haber de diciembre de 2017.

"Esto significa que si se quisiera recuperar el poder adquisitivo del mes de diciembre de 2017, habría que subir el haber un 12,3% y de ahí que siga a la inflación. Si la comparación se hace con el ingreso anual, la pérdida real de 2022 respecto a 2017 es del 19,3% (equivale a 2,3 haberes mínimos)", añadió.

Del otro lado y en contraste, el especialista se enfocó en el "ahorro" en gasto público tanto durante el gobierno actual como el anterior, en jubilaciones y pensiones. "El número es significativo: $6,4 billones de pesos que, si se pasan a número de jubilaciones mínimas, asciende a 106 millones de jubilaciones mínimas".

Este gasto que se evitó surge de "fórmulas que terminan perjudicando el bolsillo de los jubilados", dijó y explicó que "si la sociedad estableciera como regla que el poder adquisitivo de los jubilados no puede bajar, ese gasto se hubiese ejecutado".

Por último, el especialista indicó que "los gobiernos discuten si su propia fórmula de movilidad jubilatoria hace perder más o menos poder adquisitivo a los jubilados. El punto clave es que siempre vienen perdiendo, a la par que su edad crece y demanda más atenciones de todo tipo".