

"Vengo de una visita de m... Me llevaron a una planta de biogas", bromea el economista Oscar Liberman, cabeza de lista de La Libertad Avanza para la Cámara de Diputados por la Sexta Sección electoral, en una entrevista con El Cronista. Con su humor sin filtros, este economista que se asoció a Javier Milei en 2023 como la versión bahiense del candidato disruptivo, tracciona la campaña violeta en el sur de la Provincia a bordo de un auto que él mismo maneja.
Consultor por años de algunas empresas de peso de la Argentina, Liberman se define como un hombre de mar al punto que prefiere dormir en una embarcación que atraca en los diques de Puerto Madero cuando visita la Ciudad. En su biografía oficial, se describe como un amante del jazz y del tango, músico, escultor y escritor. Nada dice -aunque basta con escucharlo- sobre la ironía a la que apela cada vez que lanza alguna definición con la franqueza que eluden los políticos tradicionales.
En las PASO 2023, sacudió a Bahía Blanca cuando se impuso como el postulante más votado con 42 mil votos, por arriba del conteo individual en el peronismo y Juntos, aunque no le alcanzó en la general. Ahora va por la revancha. Convive en esta vuelta con el sector amarillo en un armado que no elude las tensiones propias de cualquier alianza, incluso con otros sectores libertarios.
"No hay manera de hacer una alianza donde uno coloque toda su lista. Y a mí, con que me tocaran un solo lugar, ya no es lo que quería. Los del PRO, divididos en tres facciones, pretendían también sus lugares. Al final se llegó a un acuerdo y ahora hay que seguir para adelante porque todos tenemos un mismo objetivo", se sincera. Como prenda de unidad, Liberman se puso al frente de la inauguración de la Casa de la Libertad, a la que invitó a refrentes de todas las líneas para tener su foto de unidad.
-¿Siente un clima electoral en sus recorridas? Daría la sensación de cierta apatía en relación a otros momentos...
-Es una campaña corta, atípica, porque es la primera vez que se desdobla la elección y la lista que lidera es la del tramo de diputados provinciales. Y a mí me toca ir como primer legislador en una región que es muy amplia, como la Sexta. Veintidós partidos, podría ser una provincia separada del resto con su propia dinámica.
-En las últimas semanas mantuvo reuniones con diversos actores económico y sociales de su sección, ¿qué devoluciones se lleva?
-Si uno sale a recorrer, siempre está la queja genérica. Pero cuando uno empieza a hablar con los que les están yendo muy bien y con los que no, se celebran tanto cosas que se han hecho en Nación como algunos puntitos que faltan. Por ejemplo, reclaman más desregulaciones como las que se hicieron en SENASA y lo mismo sucede con la agenda tributaria y de servicios de infraestructura de la provincia. El tema de los caminos rurales, la distorsión impositiva... hay una agenda común aún con distintos sistemas productivos en todas las visitas
-Según su percepción, ¿el duelo del domingo se leerá en términos de una pulseada provincial o un plebiscito nacional, como pasó en CABA?
-La campaña está muy nacionalizada y la gente tiene una estructura bipolar de pensamiento. La primera cuestión es nacional, porque obviamente la gente te habla de Milei y de aval o no al gobierno. Cuando surgen los temas más particulares, van muy rápido a la provincia.
-¿Pueden complicarlos las filtraciones de audios de Diego Spagnuolo y Karina Milei?
-Es una complicación más de microclimas y noticias que de la gente en sí misma. La postura nuestra es muy clara: los hechos que describen no son ciertos y está actuando la Justicia. Tenemos claro que el Gobierno removió al funcionario, pusieron al mejor de todos, que es (Alejandro) Vilches, y se dejó actuar a la Justicia. Después hay algo que nos complica a todos por igual y es que estemos naturalizando las filtraciones de audios
-En las PASO de 2023 fue el candidato más votado, aunque luego perdió frente al peronismo. ¿Cómo quedó posicionado dentro de LLA hoy?
-Yo estaba seguro de que iba a ser una sorpresa electoral en 2023, no por una cuestión de divismo sino porque sabía que lo que Mileí había encarnado para nosotros, nosotros lo encarnamos para la gente. Trabajar desde cero, humanamente, en contacto directo con las personas, con una propuesta alineada con Milei, escuchando mucho lo que decía la sociedad, y sin aparatos. Sin nada de todo esto que aleja a la gente de la política. Eso en el partido pegó muy bien.

-¿Le dejaron la famosa lapicera?
-Las elecciones intermedias normalmente son típicamente de casta, porque los partidos mueren por meter gente. Hay muchísimos candidatos para pocos cargos, todos quieren entrar, hay que hacer alianza. Entonces, estas elecciones no son las que tipifican más el trabajo que hacemos los que nos metimos desde afuera por convicción para construir una alternativa. Igual, hay una muy buena química en el sentido que nos vamos agrupando gente de distintas líneas y cada día que pasa se trabaja más con esa dinámica de que somos una sola cosa. Porque la idea es una: todos queremos rajar a patadas al kirchnerismo y establecer en todo el país políticas alineadas al Gobierno nacional. Compartimos la convicción que lo que tenemos que hacer está por encima de cualquier diferencia
-¿Quedó satisfecho con la oferta electoral que se construyó para la Sexta Sección y la Provincia en general?
-Si le preguntás a cada una de las partes que intervino en el acuerdo, ninguno va a estar conforme porque cada uno no tiene su propia lista. Por ahí los que veníamos directamente de LLA pura, lo sentimos más propio respecto de un sector de PRO que se acercaba. Pero todos entendimos que esto es una construcción donde hay que tener espacios para que todos estén representados. Y el camino ahora es juntos.
-A su entender, ese acuerdo con el PRO, ¿tiene que ser uno de fusión o pueden mantener una independencia de identidad?
-Puedo responder la mitad de la pregunta, porque la de la otra mitad, la más íntima, la tiene que responder la gente del PRO. Entiendo que tienen un sentimiento propio y está bien pero lo que sí creo es que, para que funcione la alianza entre PRO y LLA, tiene que cristalizar hacia una sola cosa. Si nosotros queremos ser una opción seria para que termine el kirchnerismo, no es bueno para la sociedad que vayamos separados.
-En su discurso de presentación en La Plata, utilizó la frase "discapacitado geográfico" que generó una reacción en las redes, ¿se arrepiente?
-A mí me molesta mucho toda esta cosa woke de que hay que cancelar la situación del uso de términos, porque determinados lectores se la apropian y parece que cualquiera que no los use como ellos, los está usando peyorativamente. Soy escritor, vivo de las palabras. Lo que te define es la etimología de la palabra y la intención también.
-Es cierto que no es la primera vez que la usa, pero en este contexto cobró otra trascendencia quizás...
-A ver, una discapacidad es tener menos capacidad para resolver alguna cuestión. El concepto me surgió en una reunión de un congreso federal, donde yo les discutí una situación y uno le dijo al otro que era bueno lo que planteaba "aunque es de Bahía Blanca". Como si no ser de la centralidad implicaba que tenía menos capacidad. La forma de organización en Argentina, incluso la Provincia, está plantada de ese modo: se te rompe un vidrio en una escuela en Campana y tenés que llegar a la Dirección General de Escuelas en La Plata. Quien quiera encontrar en eso alguna cuestión peyorativa habla de su mala interpretación. Ni es mi intención ni es lo que digo.
-¿Le jugó en contra en Bahía Blanca la decisión del Presidente de vetar la emergencia pese a haber destinado ayuda desde el Ejecutivo?
-A mí me molesta el uso electoral de estas cosas. Primero Bahía Blanca estaba hecha pelota desde antes y lo que han hecho los temporales es terminar de darle el certificado de defunción a la ciudad que venía muy castigada.
-En enero de 2024, pese a visitar la ciudad tras el primer temporal, el Presidente le negó ayuda...
-En ese caso, Milei entendió que no era una situación de la que tenía que hacerse cargo el Gobierno nacional. Pero en el segundo caso, la misma noche de la inundación, estaba todo el gabinete instalado en Bahía Blanca, las fuerzas armadas, Vialidad, y ahí nomás liberaron esos diez mil millones (de pesos) que después terminaron siendo veinte. Al poco tiempo, Milei firmó un decreto con el que montó un sistema con un subsidio directo a la gente, sin intermediarios. La ayuda llegó a Bahía Blanca y Milei estuvo recontra presente con esto.
-¿La gente lo entiende así? Porque en estos tiempos, más que otros, la política parece ser una lucha de relatos y sentidos...
-La mayoría de la gente no te lo pregunta en la calle. Sí hay un uso periodístico del tema. O sea, hay algunos periodistas que te lo preguntan y lo llevan hacia ese lugar del abandono. Y esa es una instalación muy de redes. Las chicanas típicas de una campaña.














