El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, disertó en la última jornada del 61° Coloquio de IDEA en el Hotel Sheraton de Mar del Plata y le rindió cuentas al empresariado en el marco de las 210 propuestas de desregulación que le acercaron un año atrás.
Tras brindar una introducción sobre los hitos de gestión que destacó de este último año, desmenuzó que "hay 100 más o menos que no hicimos por distintos motivos. En algunos casos estamos en desacuerdo, algunos se las pasamos a las provincias y otros no correspondían a mi ministerio. Pero 112 sí eran reales, de las cuales tenemos 94 que lo hemos resuelto y 18 que estamos todavía trabajando", destacó.
Dentro de ellas, remarcó cuatro grandes temas: el Registro Público de Comercio, Ambiente, CENSASA y el registro de Propiedad Automotor.
Además hizo menciones a cuáles son los "mundiales" que se jugarán en el país durante los próximos años, en referencia al lema del Coloquio, "Juega Argentina". Destacó que el país "se va a convertir en uno de los países con la energía más barata del mundo" y que van a ingresar inversiones mineras gracias a los pilares del gobierno de Javier Milei: equilibrio fiscal y el respeto de los derechos de propiedad.
"El desarrollo de la actividad minera viene con el desarrollo de la infraestructura privada de Transporte. Y cuando nos juntemos de acá a un año vamos a estar ya viendo las inversiones del sector privado en Transporte, se va a poner orden toda la red ferroviaria. Es un círculo virtuoso: derechos de propiedad, inversiones mineras, reconversión del transporte, economías regionales. Entonces, esos son los mundiales donde Argentina va a desarrollar empresarios, actividades y producción de nivel clase mundial. Todos jugamos este partido", aseguró.
El ministro de la "motosierra" expuso en la pantalla, a través de placas, lo que llamó "el currito de Alberto Fernández". "Cuando uno tiene un camión y tiene que hacer un cambio en la chasis del camión lo hacía en un taller habilitado a tal fin, y Alberto creó un paso intermedio que era un informe de configuración de modelo que te daba unos ñatos que llamaban AITA, la Asociación de Ingenieros de Transporte Argentino", explicó.
Contó que el trámite se hacía vía WhatsApp: "Vos pagabas el peaje y entonces después ibas a hacer la RT, en el medio metieron un peaje ridículo. Bueno, lo sacamos hace un par de semanas", festejó.
Su disertación no escapó ciertos reclamos del ministro hacia el sector empresarial, en referencia al estancamiento en la reforma laboral. El ministro sostuvo que "el Gobierno les da la libertad para diseñar el contrato laboral que quieran, y no hacen nada".

"El año pasado pedí que levanten la mano quienes estuvieran resolviendo el tema del cese laboral, pero no hizo nada nadie", expresó el funcionario, aludiendo a la decisión que tomó el Gobierno de delegar esa responsabilidad en el sector privado.
Y añadió: "Nosotros lo armamos con Julio Cordero (secretario de Trabajo) y le pasamos a ustedes la responsabilidad de resolver este tema. El año pasado, ¿se acuerdan? Dijimos: ´definan ustedes el contrato laboral, pero tiene que ser win-win entre la empresa y el trabajador´".
"No voy a pedir que levanten la mano, que ya sé que nadie hizo nada. Entonces, el Gobierno les da a ustedes la libertad para rediseñar el contrato laboral y no hacen nada. No será tan grave el problema porque si no, no se entiende", señaló Sturzenegger al atribuir el estancamiento en la reforma laboral con la pasividad del sector privado.
"O quizás están esperando otra cosa, bueno, eso ya lo verán ustedes", insistió ante la mirada de unos 1000 hombres de negocios". En un modo de bajar el tono, el ministro dijo que nunca los empresarios tuvieron un Gobierno que confíen en ellos.
"Nunca ha habido un Gobierno que haya creído tanto en ustedes, que esté tan convencido de que la riqueza la van a generar ustedes (...) Si queremos un país distinto, tenemos que animarnos a dejar atrás los miedos", remarcó.
En otro tramo de su exposición, Sturzenegger apuntó a una serie de costos ocultos que están embebidos en los convenios colectivos de trabajo que restan sobre el salario que perciben los trabajadores.
"Hay mucha carga impositiva, y esos altos impuestos se completan con los peajes sindicales que obligan a los trabajadores a pagar por representaciones que muchas veces no eligen", remarcó.
Cuestionó además la resistencia judicial a los cambios que propone el Gobierno haciendo foco en los fallos cautelares que frenaron la aplicación de algunas normativas y a la "casta" que, desde el Congreso, "cuida sus privilegios" y obstaculiza las reformas de su cartera.












