El efecto de las medidas de emergencia que adoptó Economía, en la previa electoral, para frenar la crisis financiera que puso en jaque el sistema de bandas cambiarias, comienza a surtir efecto en dos patas claves: la recaudación y el ingreso de divisas. Esta semana la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), informó que durante el mes de octubre se liquidaron u$s 1117 millones lo que significó una caída de 56%, en la comparación interanual y del 84% en relación a septiembre de 2025. Si bien el sector acumula un incremento del 40% en los primeros 10 meses del año, por el anticipo de ventas que produjo la baja de retenciones hasta junio y su eliminación en septiembre, se espera que el ingreso de divisas se mantenga bajo en el último trimestre del año. A la par, si bien el ritmo vertiginoso de crecimiento de las importaciones se detuvo en la segunda mitad del año, se estima un alza de 15% en octubre, equivalente a u$s 7000 millones, en línea con el valor que alcanzaron las compras a exterior en septiembre. Por la dinámica de las exportaciones del campo, en octubre, el superávit comercial se verá notablemente afectado frente a los u$s 921 millones de septiembre, sin embargo, se mantendrá en terreno positivo en torno a los u$s 500 millones. Los niveles de importación se mantienen “altos” pero en línea con los registros de los últimos 4 meses, en cambio, en exportaciones los números oficiales preliminares reflejan una caída respecto a septiembre, pero con cifras que se acercan a julio y agosto explicó Federico Bernini, economista de IEEP – UBA. En este punto, remarcó que este fenómeno responde al desfasaje que se produce entre que se realiza la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE) y la embarcación. “Mucho de lo que se liquidó a fines de septiembre se embarcó ese mes, pero el efecto continuará en octubre y noviembre”, aclaró. “Seguramente irá empeorando el saldo de la balanza, pero no está mal y es propio del adelanto de exportaciones del campo”, indicó. Delicado equilibrio Además, Bernini aclaró que, ante la merma de exportaciones de la agroindustria, el sector energético se alza con un posible “récord” histórico de producción de petróleo en el décimo mes del año. Y, con montos inferiores, también traen alivio los bienes diferenciados con alto valor agregado -alimentos elaborados, farmacéutico y maquinaria – que muestra un crecimiento del 10% en el año. Aun así, “en un contexto en el que se espera que las exportaciones sigan creciendo por debajo de las importaciones pero que éstas aumenten a un ritmo bastante más moderado que en el primer tramo del año”, desde Abeceb anticipan que 2025 podría cerrar con un superávit comercial en torno a los u$s 8500 millones, frente a u$s 18.928 millones en 2024. En cambio, el efecto más fuerte se da en el plano fiscal ya que la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) deja de percibir el tributo al momento de la registración de exportación que se concentró en septiembre, en la ventana de retención 0% que habilitó el Gobierno. “Se desplomó el ingreso por retenciones”, indicó Javier Preciado Patiño, analista de mercado agropecuario y destacó que alcanzó a u$s 179 millones. “Hay que ir hasta marzo de 2018 para encontrar un valor tan bajo”, destacó. Presión cambiaria Según la proyección de Analytca, las importaciones por aduana van a seguir por encima de los u$s 6000 millones mensuales pero sin un “salto”, dado que “la actividad se mantiene con leve tendencia decreciente”. En septiembre, sí hubo una aceleración de las importaciones relevante respecto a la dinámica de los meses previos, probablemente por adelantamiento de compras externas ante las “crecientes tensiones cambiarias y las expectativas de cambio de régimen que había”, analizó Claudio Caprarulo. “Parte de esa suba va a corregir hacia adelante también”, agregó. En tanto, sobre el impacto del adelantamiento de liquidaciones por la eliminación de retenciones, apuntó al mercado cambiario. “Es lo que ya vimos en octubre, reduciendo la oferta de dólares y poniéndole un piso mayor al tipo de cambio”, explicó.