

En esta noticia
En noviembre de 2022, el Índice de salarios que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) se incrementó 6,7% lo que marcó una diferencia de casi 2 puntos contra la inflación del mismo mes que se ubicó en 4,9%, la mejor que anotó el equipo que conduce Sergio Massa. Pero el sueldo real está lejos de ganarle a los precios en la mayoría de los casos.
En forma interanual los ingresos evolucionaron 85,5% y acumularon 80,8% en once meses. Así, en términos generales, los datos oficiales reflejaron una recuperación ínfima de los salarios contra una inflación que, en el mismo periodo, llegó a 85,3 %. Sin embargo, al colocar la lupa sobre los distintos tipos de ingresos el panorama es muy desalentador.
Según el INDEC el crecimiento mensual respondió a subas de 7,3% en el sector privado registrado, 5,7% en el sector público y 6,4% en el sector privado no registrado.
En términos interanuales, el promedio de 85,5% se dio a partir de incrementos de 88,0% en el sector privado registrado, 87,5% en el sector público y 74,1% en el sector privado no registrado, más de 11 puntos contra el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En el anteúltimo mes del 2022, el indicador marcó 80,8% respecto de diciembre del año previo, de acuerdo con subas de 85,4% en el sector privado registrado, 82,6% en el sector público y 64,5% en el sector privado no registrado.
Después de la caída del mes de octubre, el nivel general de salarios registró una mejora en términos reales del 1,7% m/m en noviembre (6,7% m/m nominal) a partir de mejoras en todos los niveles salariales.

Sin embargo, la película completa muestra una importante brecha entre aquellos que perciben ingresos formales y quienes no tienen tal privilegio en un sistema que mantiene en los márgenes a más del 40 % de los trabajadores.
Detrás del promedio
Contra diciembre 2021, la caída general de los salarios fue de 2,5%, sin embargo, el promedio esconde amplias diferencias; principalmente contracciones de 11,2% en los salarios no registrados; una leve caída en el sector público con un 1,5% y salarios privados registrados en línea con la inflación.
La situación es más alarmante al contrastar con el comportamiento en los últimos años, ya que registra pérdidas constantes en los últimos 5 años, con una sola excepción.
En general, el poder adquisitivo de los salarios acumula una caída del 23,6% respecto a noviembre de 2017, precisa el informe de LCG y advierte que los registrados cayeron 19,6% mientras que los trabajadores informales ya perdieron casi 40 puntos de su ingreso (38,9%), en los últimos 5 años.

El peor registro se dio en 2018, con una caída de 17,9%, cuando los salarios crecieron 29,7% y la inflación 47,6%; en 2019, la relación fue de 40,9% y 53,8% (-12,9%), respectivamente.
En 2020 la pérdida de poder adquisitivo se achicó a 3,1 %, con salarios en 33% e inflación en 36,1% y recién en 2021, los ingresos evolucionaron 2,5% por encima de la inflación que anotó 50,9%.
En término de proyecciones los analistas indican que los trabajadores argentinos que pasaron de tener el mejor salario promedio en dólares de la región (u$s 1400/2017) a uno de los más bajos ( u$s 500), se encamina a un nuevo año de golpe al bolsillo, aunque coinciden en que los puede "salvar" el año electoral y un esfuerzo del Gobierno por mejorar el poder adquisitivo.
"Con un cierre de la inflación del 94,8% anual a diciembre, los salarios quedarían levemente por debajo (-0,5%)", anticipa el trabajo de LCG y estima que, si bien en el promedio anual los salarios se mantendrán en niveles similares a los de 2021, en términos reales, la escalada de los precios marcaría una caída más sensible en la medición anual (dic/dic), cercana al 5% real para el sector registrado de la economía.













