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El régimen de promoción industrial que rige en Tierra del Fuego divide aguas, pero fuera de la provincia austral. Puertas adentro, no rigen diferencias entre los candidatos del oficialismo y la oposición que este domingo pelearán por la gobernación. Unos y otros prometen continuidad.
Se viene el segundo súper domingo del año y si hay algo en lo que no se encuentran matices entre los candidatos que apuestan a ser gobernadores en Tierra del Fuego es el régimen que, de acuerdo al Presupuesto 2023, primero en la era de Sergio Massa al frente del Palacio de Hacienda, rondaría los $519.720 millones para este año.
En Tierra del Fuego son cinco los anotados para pelear por la Gobernación; todo indica que el que tiene más chances de ganar es el actual mandatario provincial, Gustavo Melella.
El fueguino competirá contra el senador radical Daniel Blanco; la pastora ungida como candidata por el libertario Javier Mieli, Andrea Almirón de Pauli; el diputado del PRO Héctor Stefani y Lucía Fernández, del Partido Obrero.
Un dato a tener en cuenta es que ninguno de los cinco candidatos, ni siquiera la pastora que cuenta con el aval del libertario, apuntó contra el régimen de promoción que es emblema en la provincia patagónica.
Los cincos se inclinan por la continuidad de un mecanismo que rige desde el año 1972, cuando Tierra del Fuego era, apenas, un territorio nacional que habitaban unas 13.000 personas. Los defensores de los beneficios fiscales para las actividades llevadas a cabo en tierra fueguina destacan que generó miles de puestos de trabajo genuinos y permitió convertir a ese territorio nacional en la provincia número 23.
No sorprende que los candidatos que representan a Juntos por el Cambio así como tampoco el Partido Obrero se inclinen en favor del mecanismo de beneficios fiscales. Aunque, desde Juntos por el Cambio reconocen que cada vez que el expresidente Mauricio Macri se expresa sobre el asunto, les trae dolores de cabeza a los candidatos de Juntos por el Cambio.
Vale recordar que uno de los principales beneficiarios del régimen es su "hermano del alma", el empresario Nicolás Caputo, fundador de Mirgor. El año pasado, consultado sobre el régimen de promoción industrial, Macri afirmó: "Todo se tiene que evaluar, sin personalizar".
Quizás es llamativo que sí lo "banque" Almirón de Pauli. Es que, para Milei ese régimen no hace más que generar "privilegios" y al mismo tiempo "perjuicio al resto de los argentinos" porque los obliga a "pagar más caro para proteger un determinado sector".
El libertario también apuntó contra el régimen fueguino al señalar que "es falso que genere trabajo, en realidad, genera menores puestos de trabajo de menor calidad porque, en rigor, lo que estoy haciendo es quitarle capacidad de compra a los individuos en otros bienes que ellos si querrían consumir tengo menos bienestar con sectores menos productivos por lo cual es un resultado nefasto".
Ahora bien, ¿qué opina la pastora del régimen? Almirón tiene una postura menos tajante. En diálogo con El Cronista, tiempo atrás, aseguró que generó alivio en la actividad económica, pero que no es suficiente.
"Los recursos provinciales no se están administrando correctamente, nosotros queremos transparencia. Estamos exentos de impuestos, pero también aportamos el 1% a nivel nacional. Hoy estamos queriendo ampliar y trabajar sobre el régimen que ha beneficiado a algunos pocos empresarios", se explayó.
"Ampliar y trabajar", dijo la pastora. No promete eliminar, en línea con los planteos del libertario.
Meterse con el régimen de promoción que genera miles de puestos de trabajo sería, para cualquier candidato, una derrota asegurada.
Cercanías impensadas
El régimen de promoción pone del mismo lado de "la grieta" a dos figuras nacionales fuertemente enfrentadas entre sí: Elisa Carrió y Sergio Massa. "Lilita" suele apuntar sin pelos en la lengua contra el actual ministro de Economía. Pero este tema, de alguna manera, los une.

Vale recordar que en su Presupuesto 2023, presentado en septiembre del año pasado, el tigrense incluyó una "separata" en la que le dio pistas al Congreso sobre cómo podrían achicar el déficit fiscal.
Allí, el titular del Palacio de Hacienda detalló que a los gastos tributarios derivados de las exenciones o reducciones impositivas y de los regímenes de promoción. De acuerdo a los cálculos de Massa, representan el 2,49% del PIB en el 2023. Entre ellos, claro, se encuentran los beneficios que reciben los fueguinos.
El año pasado, la Coalición Cívica -sin el aval de la UCR ni del PRO- presentó un proyecto de ley para "terminar con uno de los gastos tributarios más grandes". ¿De qué manera? A través de la implementación de "un esquema de eliminación gradual de los beneficios impositivos contemplados en el Régimen de Promoción Industrial de Tierra del Fuego".
Según estimó Carrió por aquellos días, los beneficios que reciben esas compañías representan un tercio de lo que se recauda por retenciones. "Prefiero subsidiar a esos empleados", decía la fundadora de la Coalición Cívica, al señalar que "hay que terminar con los elefantes de la Argentina del privilegio".














