El vicepresidente Amado Boudou quedó destinado al juicio oral y público en la causa Ciccone, luego de que la sala IV de la Cámara de Casación Penal ratificara su procesamiento por cohecho pasivo y negociaciones incompatibles con la función pública. El juez de primera instancia, Ariel Lijo, quedó ahora en condiciones de elevar el expediente a juicio contra Boudou y otros cinco procesados, aunque todavía al funcionario le queda la posibilidad de apelar ante la Corte Suprema.


Los magistrados de la Sala IV, Mariano Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos, también confirmaron el procesamiento del empresario José María Núñez Carmona; del ex dueño de la imprenta, Nicolás Ciccone; el abogado y titular de la firma The Old Fund Alejandro Vandenbroele; del ex jefe de Gabinete del Ministerio de Economía, Guido Forcieri; y del funcionario de la AFIP, Rafael Resnick Brenner.


De acuerdo a la investigación que Lijo llevó a cabo por Ciccone, en 2010 Boudou se interesó por el destino de la entonces quebrada Ciccone Calcográfica y gestó ante la AFIP un plan de salvataje de la moratoria de la imprenta. En el proceso fueron clave los testimonios de Ciccone y de su yerno, Guillermo Reinwick, ya que ambos afirmaron que Boudou participó de un encuentro con ellos en las oficinas del canal Telefé el 29 de julio de 2010, y luego el 1º de septiembre del mismo año en el restaurante I Fresh Market, mientras se estaba definiendo la venta de la ex Ciccone.


Si bien el vicepresidente negó tener relación con Vandenbroele, la Cámara Federal replicó que sí hubo relaciones "construidas de manera encadenada y no de un modo asociativo". Otra de las pruebas contra Boudou fue que habría frustrado mediante gestiones una serie de créditos para que la Casa de la Moneda se hiciera de máquinas modernas para la impresión de billetes. Además, en la pesquisa que impulsaron Lijo y el fiscal Jorge Di Lello, se constató que Boudou se interesó para hacerse de la empresa y luego contraer negocios con el Estado en la impresión de billetes de $ 100.


El lunes pasado, Casación ratificó a Lijo al frente de la causa, en lo que representó una primera señal vinculada al fallo que se oficializó ayer. A partir de ahora, el titular del juzgado número 3 estará en condiciones de elevar el expediente a juicio oral y público y que se sortee un tribunal oral federal para llevarlo a cabo. Se prevé que el proceso contra Boudou y el resto de los procesados se lleve a cabo entre 2016 y 2017. No obstante, Lijo podría separar el caso en dos partes y pedir nuevas pruebas, antes de elevarlo a juicio. Existe la posibilidad de que la defensa de Boudou y el resto de los procesados apelen ante la Corte, aunque serviría como medida dilatoria, ya que el máximo tribunal respaldaría lo dictado en primera instancia, por la Cámara Federal y por Casación.


Boudou, cabe recordar, también se encuentra procesado por la compra de un auto con documentación apócrifa, antes de su etapa como funcionario. Además, Lijo investiga a Boudou, Núñez Carmona, y su ex novia, Agustina Kämpfer, por enriquecimiento ilícito.