El Gobierno busca impulsar una reforma laboral, para la que confía en que necesita la renovación del Congreso. Si bien hubo un primer impulso en la Ley Bases, que fue judicializada en muchos de sus capítulos, los especialistas advierten que ya hay una reforma laboral de hecho.
El Gobierno plantea que avanzará con una reforma laboral, punto fundamental para luego implantar una reforma previsional. Un nuevo impulso estaría sobre la mesa, dados los avances del Consejo de Mayo y en especial la participación del secretario de Trabajo, Julio Cordero, en el último encuentro de la mesa que reúne a representantes de distintos espacios, incluida la CGT.
El presidente, Javier Milei, aseguró que a partir del 11 de diciembre, una vez renovadas las Cámaras, van a "continuar con la reforma laboral".
Es que el Gobierno hoy no cuenta con mayoría en las Cámaras. Si bien se las ha ingeniado con sus 39 diputados propios, más los aliados que puede sumar del PRO (35) y otros espacios minoritarios, se las ha ingeniado para avanzar en la Cámara Baja. Sin embargo, suele encontrar un freno en el Senado, con mayoría peronista.
Más allá del resultado de las elecciones, donde si supera el 40% de los votos podría ser considerado un "buen resultado" para el Gobierno, los analistas advierten que de todas formas el oficialismo deberá seguir negociando para conseguir el apoyo. Y como le recuerda el FMI, "que sea lo más amplio posible" para evitar un descontento social que impida avanzar con esa agenda.
Los primeros cambios enviados por el Gobierno incluían la ampliación del período de prueba a 8 meses, la ampliación de actividades consideradas como servicios esenciales, cambios en las indemnizaciones, entre otras. Muchos de ellos fueron judicializados, lo cual interrumpió su desempeño.
Cómo sigue
Entre los factores que fueron detenidos por la justicia están el cambio en el cálculo de la indemnización por despido, la responsabilidad solidaria de las empresas con los trabajadores tercerizados, cuya reforma buscaba limitar el margen de reclamo de estos trabajadores sobre la empresa a la cual le prestaban servicio, la limitación de la cuota solidaria que financia los sindicatos, el fin de la ultraactividad de los convenios colectivos de trabajo que impedía que se puedan firmar acuerdos con peores condiciones a las del convenio, o la descentralización de las negociaciones colectivas para que se puedan concretar negociaciones por empresa.
En líneas generales, se espera que el nuevo intento de la reforma laboral insista con las medidas que fueron judicializadas, aunque las negociaciones siguen abiertas, en especial con las centrales sindicales.
Las prioridades incluyen abaratar el costo de registrar un trabajador y simplificar el proceso, un programa de regularización que condone deudas por falta de registración de los trabajadores y reformar la negociación colectiva, incluyendo cambios para flexibilizar el uso de las vacaciones.
Existen además propuestas del sector privado para limitar la cantidad de delegados por empresa y reformas en el pago de los aportes.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), también planteó la necesidad de revisar el costo del empleo, considerado alto para la región, y avanzar en una reforma para los despidos colectivos.
¿Reforma laboral de hecho?
Eso se preguntaron desde MAP Latam, donde analizaron que en el primer trimestre de este año, menos de la mitad de los 21 millones de puestos de trabajo de Argentina correspondían al empleo formal, mientras que detectaron un aumento en la informalidad y el cuentapropismo.
"Bajo una regulación laboral poco flexible, el mercado laboral argentino se precariza de hecho: no corrige los desequilibrios vía saltos abruptos del desempleo, sino mediante un desvío hacia empleos de menor calidad, con condiciones de contratación más precarias y con salarios más bajos", indicaron.
Desde su óptica, la desregulación avanza a través de contratos temporales encadenados o falta de cobertura social, o esquemas híbridos con contrataciones con parte del salario en blanco y el resto por monotributo.
En el último año se crearon 442 mil puestos de trabajo, pero el aumento fue casi exclusivamente por el avance cuentapropistas.
En ese contexto, la reforma laboral esperará el cambio de composición de Congreso, por lo que no sería viable en 2025 sino una legislación a tratar en el transcurso de 2026.
