Aunque el proyecto de ley para disolver la Secretaría de Inteligencia (SI, ex SIDE) y crear una nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI), con un funcionamiento diferente y un ámbito de acción más acotado, aún no fue difundido y todavía es analizado por la Secretaría de Legal y Técnica (según informó anoche la propia presidenta Cristina Kirchner) antes de ser enviado al Congreso -que lo debatirá el mes próximo en sesiones extraordinarias-, el Gobierno sí informó algunos puntos centrales de la iniciativa.

Al hacer ayer el anuncio, Cristina informó que la nueva Agencia contará con un director general y un subdirector designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado.

Esta mañana, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, precisó que el mandato de los directores de la AFI será igual al de un presidente, es decir, de cuatro años.

Capitanich también confirmó que, para ser aprobado, el proyecto precisa de mayoría simple, por lo que el kirchnerismo no debería tener problemas para aprobarlo en ninguna de las dos cámaras del Parlamento.

La iniciativa, según indicó ayer la mandataria, prevé su aplicación dentro de los 90 días de ser aprobada, si no se demora. Por eso, si no hay demoras en el Parlamento, los primeros directores, que coincidirían con casi todo el mandato del próximo presidente, serían propuestos por Cristina y recibirían acuerdo del Senado en el que el Frente para la Victoria es la fuerza más importante.

Por ahora no está claro si el acuerdo será con mayoría simple (mitad más uno de los legisladores presentes), calificada (mitad más uno del total del cuerpo) o especial de dos tercios.

Además de la disolución de la SI y su reemplazo por la AFI y del proceso para la designación de los jefes de la Agencia, los siguientes son los puntos clave que el Gobierno ya dio a conocer sobre el proyecto:

- Todo el sistema de escuchas –que hoy realiza una oficina conocida como “Ojota” por sus iniciales (Observaciones Judiciales)- se transfiere a la Procuración Fiscal. La justificación es que así queda a cargo de un organismo extrapoder, aunque su actual titular, Alejandra Gils Carbo, no disimula su afinidad con el Gobierno.

- La nueva agencia tendrá tareas limitadas a delitos graves internacionales; prevención de amenazas terroristas, tráfico de armas, delitos económicos, narcotráfico, ciber delitos y trata de personas.

- Las actividades de inteligencia interna quedarán limitadas a la investigación de delitos criminales complejos, inteligencia criminal o atentados complejos contra el orden.

- Jueces, fiscales y funcionarios no podrán contactarse con agentes de la Agencia por fuera de los canales oficiales. La única vía que tienen los funcionarios para contactarse con la AFI será a través de su director o subdirector.

- Los incumplimientos se penalizarán con entre tres a diez años de prisión.