El Gobierno presidido por Javier Milei presentó este lunes la versión final de la ley ómnibus, que contiene una reducción de 141 artículos respecto al documento original y que contempló diversas demandas aportadas desde los bloques dialoguistas de la Cámara de Diputados, vitales para lograr la firma del dictamen oficialista y la posterior media sanción en el recinto.
Luego de varias semanas de negociaciones, los cambios finales de la Ley Bases fueron enviados a los bloques opositores. Estos dispusieron su apoyo a cambio de la modificación en diversos aspectos del megaproyecto, tanto por las facultades extraordinarias que deseaba arrogarse el Presidente como por la fórmula jubilatoria.
Si bien la gran mayoría de los diputados aludieron a que apoyan el texto final, las retenciones al agro son el punto determinante por el cual no hay una adhesión unánime. Algunos diputados amenazan con enviar un dictamen paralelo o rechazarla en la votación particular.
En el proyecto modificado y presentado hoy, se afirmó que se quitarán las retenciones para las economías regionales. A su vez, el Poder Ejecutivo se eliminaría la facultad de poder subir los derechos de exportación, quedando solamente la potestad para poder reducirlas.
Sin embargo, todavía persisten los reclamos acerca de la suba de las alícuotas para producciones como la soja, que mantendrá el nivel de 33% para el poroto pero que subirá dos puntos porcentuales desde el 31% para sus derivados; y el maíz y el trigo, que se elevarán desde el 12% hacia el 15%.
La rosca política detrás de las retenciones y los motivos de Milei
A contrario de lo que prometió en campaña, el Presidente aumentará estos tributos al campo para tener los dólares necesarios para levantar el cepo en los meses de marzo o abril, supo El Cronista de fuentes oficiales. Se trata de una decisión que convence al mandatario y que cree necesaria
"Acá tenés a un presidente que está convencido con el tema de las retenciones", indican desde Casa Rosada, quienes agregan que Milei considera que ya hizo suficientes concesiones y que no habrá nuevas ofertas a los gobernadores y diputados inconformes.
Esta posición intransigente no es común entre todos los mandatarios provinciales. Incluso, muchos de los diez gobernadores pertenecientes a Juntos por el Cambio consideran que la ley ómnibus debería salir tal y cómo fue presentada hoy, pero afirman que acompañarán a provincias afectadas como Santa Fe.
En ese sentido, Maximiliano Pullaro fue uno de los pocos en pronunciarse enfáticamente. Durante un acto esta mañana, el gobernador pidió a los diputados de su provincia "que voten en contra, porque hoy van a aumentar una vez más las retenciones a la harina y al aceite de soja, particularmente; porqué les van a aumentar los impuestos al maíz y al trigo".
"Los gobernadores que consideran que el Gobierno ya hizo suficiente, pero no se van a cortar, van a negociar siempre como bloque", indicaron dos voceros con conocimiento de las tratativas actuales. Al lado de Santa Fe, la provincia de Córdoba aparece otra de las provincias que lideraría la oposición feroz contra de las retenciones dispuestas por Javier Milei.
Cuál es el prode del oficialismo para el proyecto
Lo cierto es que la decisión de acompañar o no está en manos de los bloques de la Cámara de Diputados. En la negociación de último momento están presentes el presidente de la cámara baja, Martín Menem; el jefe de bloque de LLA, Oscar Zago; y los diferentes operadores legislativos libertarios.
Asimismo, el ministro del Interior Guillermo Francos canceló su agenda para dedicarse exclusivamente a esmerilar la posición de los gobernadores, con quienes mantuvo reuniones presenciales y telefónicas que no fueron anoticiadas a la prensa.
Esta mañana el Presidente se reunió en Olivos con los tres titulares de las comisiones que integran el plenario donde se tratará el dictamen: allí estuvieron José Luis Espert, de la comisión de Presupuesto y Hacienda; Nicolás Mayoraz, de Asuntos Constitucionales; y Gabriel Bornoroni, de Legislación General. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, también acompañó al jefe de Estado en su residencia y mantiene una agenda hiperactiva junto a su vicejefe José "Cochi" Rolandi para operar por la aprobación de la ley.
De esas reuniones se desprendió un notable optimismo del Gobierno para las próximas horas. "No habríamos dado fechas para conseguir la aprobación si no estuviéramos seguro de que vamos a juntar las firmas y los votos", indica una fuente de Casa Rosada.
Los bloques del PRO, UCR y Hacemos Coalición Federal son quienes decidirán si darle la llave al oficialismo para darle media sanción al proyecto. Todos ellos mantienen una intensa agenda de reuniones y Martín Menem espera el veredicto para saber si llamar a reunión de plenario para mañana.
El plan del Gobierno es conseguir un dictamen de mayoría para mañana y la realización de la sesión en el recinto de Diputados el jueves, posterior a la masiva marcha que convocó la CGT en el marco de su paro nacional. Si los contratiempos no se imponen, el viernes debería haber una media sanción de la Ley Bases y la semana que viene la pelota pasaría al terreno de Victoria Villarruel, presidenta del Senado.