

Los coletazos de la jugada del viernes último del peronismo unido en la Cámara de Diputados siguen generando consecuencias y ayer forzaron al oficialismo a suspender la última sesión legislativa del año. Ese debate estaba previsto para hoy y en él el Gobierno esperaba darle sanción definitiva a los cambios en el Impuesto a los Bienes Personales y a la moderación de la tasa para cooperativas y mutuales creada en el Presupuesto 2019, entre otros temas. Sin embargo, en medio del malestar con el peronismo y ante las asperezas internas en su propio frente, Cambiemos decidió no sesionar.
La resolución llegó después de una mañana tensa con la UCR, luego de que sus dos representantes en las reuniones de gabinete pegaran el faltazo a la Casa Rosada. Ni el jefe del interbloque oficialista en Diputados, Mario Negri, ni su par en el Senado, Luis Naidenoff, participaron del encuentro encabezado por el presidente Mauricio Macri. La ausencia fue un gesto de rebeldía después del durísimo comunicado que firmaron los dos jefes legislativos del radicalismo junto al titular del Comité Nacional y gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, acusando al Gobierno de "impericia, mala praxis y desidia política" en la puja con el PJ por los lugares correspondientes a la mayoría de la Cámara baja en el Consejo de la Magistratura.
En esa pelea, Negri quedó afuera del Consejo. Por eso, ayer argumentó hacia adentro de Cambiemos que era necesario suspender la sesión. "No podemos ir al recinto a que (Pablo) Kosiner y (Graciela) Camaño se deskirchnericen", justificó Negri ante el titular de la Cámara, Emilio Monzó, según contaron en el interbloque oficialista. La alusión a los dos jefes de las bancadas del peronismo no kirchnerista guardan directa relación con el acuerdo por el Consejo de la Magistratura. A Cambiemos le dolió especialmente la participación del bloque que preside Kosiner en ese armado.
A ese escenario se sumó el malestar creciente de la UCR con los sectores del Gobierno que proponen ampliar las alianzas electorales y sumar a algunos peronistas de cara a 2019. En el radicalismo señalan por la estrategia al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a quien acusan de orquestar un operativo en contra de la UCR y la Coalición Cívica, por su intención de tejer acuerdos con candidatos peronistas en algunas ciudades del interior adonde el radicalismo mantiene expectativas electorales.
Para cuando Negri hizo el planteo, el jefe del bloque del PRO, Nicolás Massot, ya negociaba los posibles temas de la sesión con, justamente, Kosiner. Pero esa conversación quedó trunca. El oficialismo evaluará si finalmente concreta la sesión el martes próximo, en extraordinarias o si deja los debates para marzo. Esperando sanción quedarán los cambios en el Impuesto a los Bienes Personales, la rebaja de la tasa a cooperativas y mutuales, el proyecto de Ley de Alquileres y una nueva Ley de Vacunas, entre otras iniciativas.
Levantada la sesión, el radicalismo se reunió a puertas cerradas para tomar algunas definiciones. En los próximos días le reclamará al PRO que clarifique su política de alianzas, que dé garantías para la continuidad de Cambiemos en los distritos, y que no avance en armados paralelos sin la venia de sus socios políticos.













