

La conferencia de prensa en la que el jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, dio detalles del paro de mañana y, sobre todo, mostró el abanico de dirigentes que lo acompañan en esa protesta contra el Gobierno estuvo cargada de chicanas y mensajes no sólo al titular de la CGT más cercana al Gobierno, Antonio Caló, sino también a otros dirigentes de esa central.
Cada vez que Moyano se refirió a la central obrera que encabeza Caló habló de la “CGT Balcarce 50”, en abierta alusión al vínculo con la Casa Rosada. No fue el único: a su lado, también el titular de la CTA opositora, el estatal Pablo Micheli, habló de la “CGT Balcarce 50”.
Cuando le tocó hablar, el líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, arrancó con un mensaje claramente dirigido a la CGT de Caló al anunciar la adhesión al paro por parte de los trabajadores de Ford, cuando ni SMATA ni la UOM se sumaron al paro convocado por las centrales obreras que encabezan el camionero y el gastronómico.
El metalúrgico no fue el único cuestionado. En uno de los tramos del discurso en los que los dirigentes iban mencionando a quienes pararán mañana, desde el público gritaron el nombre del taxista Omar Viviani, ex ladero cercanísimo de Moyano pero hoy alineado en la CGT de Caló. Fue chiflado con ganas.
Por último, Moyano se encargó de mencionar y reiterar que los reclamos por los que están presionando los gremios opositores están beneficiando también a los gremios más oficialistas: sostuvo que sin esos reclamos, muchos sindicatos que están cerrando paritarias en torno al 30% “hubieran firmado por menos del 25%”.
Y, en esa línea, agregó que “
si suben el mínimo no imponible (de Ganancias)
y aumentan a los jubilados o la asignación familiar” no le importa que el Gobierno “se lo de a Caló, a (el titular de la CTA oficialista, Hugo) Yasky, o a quien sea.
Lo importante es que dé la respuesta
”.













