Luego de dilatadas discusiones, el Senado de Chile aprobó el nuevo Acuerdo de Complementación Económica (ACE) suscripto hace más de un año entre los gobiernos de Mauricio Macri y Sebastián Piñera, lo cual permitirá que una gama de bienes y servicios dejen de pagar aranceles que impedían llegar al vecino país y, eventualmente, a otros mercados con salida hacia el oceáno Pacífico.

La cámara alta del Congreso trasandino aprobó por 34 votos a favor y solo uno en contra un nuevo marco que beneficiará a los exportadores argentinos a partir de la agilización de los trámites del comercio exterior, la eliminación de barreras para productos agropecuarios y manufacturados, y la reducción de costos de transacción, según destacó la Cancillería.

El acuerdo profundiza y mejora el marco normativo en materia de comercio de servicios, medidas sanitarias y fitosanitarias, normas técnicas, entre otros. Asimismo, establece reglas nuevas para comercio electrónico, compras públicas, facilitación del comercio, e incorpora disposiciones sobre la inclusión de la mujer en el mundo de los negocios, pymes, medioambiente y temas laborales. Además, trae nuevas normas para la regulación de inversiones y la litigiosidad.

El tratado comercial encontró resistencia del lado chileno durante su trámite legislativo, por la presunción de varios legisladores oficialistas y opositores que entienden que las nuevas reglas de juego perjudicarán la producción agropecuaria al otro lado de la Cordillera de los Andes. Del mismo modo, varios diputados mendocinos y sanjuaninos levantaron la queja por el perjuicio que podría traer esta liberalización comercial a la industria vitivinícola de sus provincias. Sin embargo, el ACE obtuvo aprobación aquí el 19 de diciembre.

El punto más impactante a corto plazo es la decisión de eliminar los costos adicionales por roaming que se cargan las compañías de telefonía a los turistas, consumidores transfronterizos o personas con intenciones de concretar negocios. De esta forma, en el plazo de un año deberían caer los costos adicionales por llamadas, mensajería SMS o tráfico de datos en dispositivos móviles. Los pormenores de la aplicación depende del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) y su contraparte chilena.

Según la óptica oficial, este tratado "refuerza el vínculo estratégico" con el cuarto destino de las exportaciones argentinas, que representaron u$s 2.621 millones en 2017, el tercer destino para las ventas de las PYMEs al exterior, y un comprador importante de manufacturas industriales y agropecuarias nacionales. Chile es, a su vez, el quinto inversor extranjero en Argentina con un stock de u$s 4.000 millones, según datos de 2016.