

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) anunció el inicio de las tareas destinadas a identificar al menos a 123 soldados caídos en 1982 durante la Guerra de Malvinas y cuyos restos descansan en el cementerio de Darwin bajo lápidas sin nombre. Entretanto, el Gobierno aseguró contar con al menos 90 deudos contactados para chequear la voluntad de conocer o no la localización exacta de sus seres queridos .
Laurent Corbaz, jefe de las tareas humanitarias acordadas entre el CICR y los gobiernos de la Argentina y el Reino Unido, llegó al país para informar al Gobierno sobre los detalles del trabajo en el terreno, antes de instalarse el sábado en las islas. El resto del plantel, conformado por 12 peritos y médicos forenses, arribará en los días siguientes para iniciar las exhumaciones el lunes 19 de junio.
Corbaz se empeñó en resaltar que "se respetará la dignidad de los cuerpos" para "dar respuesta a la mayor cantidad de familiares posible". Sin embargo, fue contundente al precisar que "algunas familias quedarán sin respuesta" si la evidencia corporal o los datos genéticos resultan insuficientes.
Los soldados caídos serán exhumadas de a uno a la vez para tomar muestras de tejido óseo y así cotejar con el ADN o los datos ante mortem provistos por sus familiares. Cada jornada estará dedicada a exhumar de uno a tres cuerpos, aunque una tumba en la que se conoce que hay restos de más de un soldado requerirá un trabajo especial. Cada cuerpo será devuelto a las horas a su ubicación original.
El jefe de misión suizo, de vasta experiencia en otros escenarios de conflicto, consideró que "hay absoluta comprensión y aceptación" de parte de la población local para iniciar las tareas. No obstante, según dejó entrever el CICR, los isleños exigieron actuar en invierno para no coincidir con la temporada alta de turistas y no saturar la infraestructura local.
El equipo forense trabajará también bajo las órdenes de Morris Tidball-Binz, un chileno formado profesionalmente en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). El CICR también contrató dos especialistas sugeridos por el Gobierno argentino: se trata de Luis Fondebrider, presidente del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), y Mercedes Salado, una bióloga española especializada en genética. Por el lado británico estarán los forenses John Clark y Jon Sterenberg.












