Con el recuerdo de los saqueos del 2012 y 2013 aún frescos en la memoria, los d ueños de supermercados de origen asiático elaboraron un protocolo de seguridad destinado a evitar que esos hechos se repitan durante las próximas fiestas de Navidad y Fin de Año.

En este caso, los autoservicios chinos marcaron distancia y se diferencias de las grandes cadenas de hipermercados que también fueron blanco de saqueos el año pasado pero que hasta el momento no piensan en tomar medidas adicionales, mas allá de estar alertas y atentos a eventuales hechos vandálicos. En los híper hasta ahora no trabajan sobre una hipótesis de conflicto similar a la que sí advierten los súper chinos, ya que consideran que el riesgo está acotado porque las fuerzas policiales están mejor equipadas, en la calle y con mayores remuneraciones.

Pero en el caso de los súper chinos, que en el país llegan a los 5000 puntos de venta y no poseen las mismas condiciones de infraestructura que los grandes súper, están distribuyendo intercomunicadores para establecer una alerta temprana; tendrán horarios más limitados de apertura y no estarán sobre stockeados. Este protocolo funcionará especialmente en los autoservicios ubicados en las zonas consideradas de mayor riesgo, no sólo en el ámbito de la provincia de Buenos Aires sino también en el resto del país. De hecho, las principales tareas de prevención ya se están aplicando en el ámbito del Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), La Plata, Mar del Plata, Rosario, Córdoba y Tucumán.

Tras haber mantenido varios encuentros con la autoridades de seguridad, los súper chinos elaboraron un mapa de conflicto en donde se delinearon las zonas complejas. En esas regiones coordinarán con las fuerzas provinciales y federales para que se realicen trabajos de inteligencia para detectar agitadores.

Miguel Angel Calvete, director Ejecutivo y vocero de la Federación de Supermercados y Asociaciones Chinas en la República Argentina (Fesach) y secretario General de la Cámara de Autoservicios y Supermercados Propiedad Residentes Chinos de la República Argentina (Casrech), manifestó su "preocupación ante la posibilidad de que se produzcan nuevas réplicas durante este año", sobre todo luego de la advertencia del Secretario de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, quién dio a entender que podría haber "algún tipo de desestabilización". Calvete admitió que mantuvo reuniones con el ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados; y con el Director Nacional de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad de la Nación, Sebastián Fernández Ciatti (del equipo de Berni). Tras estas reuniones, el Gobierno decidió habilitar un call center con una línea gratuita para que los comerciantes de origen chino puedan efectuar sus denuncias, siendo atendidos en su propio idioma y facilitando así el pedido de ayuda.

"Hay que evitar que los mismos comerciantes se armen y generen indeseables situaciones de justicia por mano propia", agregó Calvete, quien recordó que en 2013, en Rosario hubo saqueos a 21 supermercados chinos y a nivel nacional el número total de autoservicios orientales que fueron violentados llegó a 40.

Calvete reconoció que "también solicitarán diferentes encuentros con el resto de las autoridades provinciales y municipales, para exigir que se refuercen los operativos de control en los supermercados de proximidad".

El empresario agregó que "es necesario que este año se trabaje para la prevención de esos hechos y no sobre sus consecuencias, como ocurrió durante los últimos dos años, donde las medidas se aplicaron en forma tardía, porque los hechos fueron sorpresivos".

Calvete manifestó también "la conformidad y satisfacción de las entidades que representa ante el compromiso y el rápido accionar de las autoridades de seguridad, quienes inmediatamente se pusieron al frente de las tareas preventivas y de la coordinación de los trabajos de inteligencia para reducir al mínimo las posibilidades de que se sucedan estos hechos". Según su visión, quienes promueven este tipo de delitos "están fomentados por grupos organizados e integrados por personas que no sufren necesidades, sino que claramente están buscando posicionamientos políticos e intentan generar disturbios desestabilizadores".