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Agregó que "recibimos una provincia desfinanciada y endeudada, sin recursos, sin servicios de calidad y sin incentivos para producir y crecer", antes de explayarse en las "transformaciones estructurales" que tiene pensado poner en marcha en Entre Ríos para "modernizar el Estado, promover la inversión y la producción y la educación", para que su provincia "vuelva a ser protagonista de la Argentina".

Bullrich con Nacho Torres y Rogelio Frigerio

Patricia Bullrich quiere bajar la tensión con el Gobierno y busca contener a gobernadores del PRO

Tras la caída de la sesión, el PRO intenta recuperar el diálogo con sus gobernadores

Es verdad que desde la Casa Rosada, los problemas que tiene una provincia quedan muy lejos. Le pasó a todos los presidentes. Enfocado en bajar la inflación cuanto antes, de ordenar la macroeconomía rápidamente para empezar a recibir inversiones, Milei no mira si el parate de una producción (o en todas) estrangula la vida en una provincia (o en todas).

Esperan, esta semana próxima, reunirse con Macri, que ya está en Buenos Aires después de su larga temporada en Cumelén. Desde allí el ex presidente monitoreó al Gobierno y sus particulares circunstancias. "Siempre al borde del desborde, con grandes dificultades de gestión que tampoco le parecen importantes", comentan cerca de él.

Estado y organización criminal

"El Estado es una organización criminal", postuló el Presidente en una entrevista televisiva muy releveladora donde también dijo que "Estado y eficiencia es un oxímoron". Una epistemología que está en las antípodas de Macri y la escuela del PRO, donde la calidad de gestión es una marca registrada que buscó expresarse cada vez que ganaron una elección, desde la Presidencia hasta cualquier intendencia.

En diálogo habitual con Milei, el ex presidente viene enfriando la posibilidad de un cogobierno a pesar de los trascendidos que emanaron de la Casa Rosada, pero nunca se niega a prestar ninguna ayuda cada vez que se lo solicita. Tampoco tiene planificado un encuentro presencial con el Presidente. En cambio, sí quedó en verse con Frigerio y Torres, aunque día y hora no está confirmada todavía.

Durante meses, Macri fue construyendo buenos vínculos en el radicalismo más renovador, lo que incluye a Gustavo Valdés, gobernador de Corrientes y Rodrigo De Loredo, presidente del bloque de la UCR en Diputados, a lo que sumó su diálogo fluido con Alfredo Cornejo. Mucho de ese trabajo implosionó al caer la ley ómnibus.

En el fondo, habría un intento de reconstituir otra etapa de Juntos por el Cambio bajo un nuevo paradigma ideológico y con renovación dirigencial. El PRO tiene algo demorado ese proceso, que la UCR encaró en muchos distritos. Hay quienes creen que ese el verdadero sueño de Macri, aunque se niega a hablar de eso. Está acostumbrado a tejer sin que lo vean venir. ¿La presidencia del PRO es una escala en ese camino? Difícil saberlo todavía.