

La autopartista Lear confía en que podrá reiniciar su producción el martes, aunque el conflicto en el que están enfrentados dirigentes de izquierda con la dirección de la empresa y el sindicato, amenaza con extenderse.
“Hay dos grupos con intereses opuestos. Por un lado, las 525 personas que queremos entrar a trabajar y estamos imposibilitados de hacerlo por otro grupo que está buscando los cinco minutos de prensa”, se quejó esta mañana Antonio Marín, director general de la compañía cuyo principal cliente es Ford Argentina, en declaraciones a radio Mitre.
“Ejercen violencia sobre nosotros y nos impiden trabajar y abastecer a nuestro principal cliente”, añadió el directivo, que si bien apuntó que “la planta no está tomada”, también resaltó que se vieron “obligados a suspender tareas después de que el 29 de julio 18 trabajadores fueron agredidos”.
Ese día, un grupo de trabajadores que reclamaba su reincorporación a la empresa, acompañado por dirigentes de izquierda, hicieron un piquete para impedir que otros empleados entraran a trabajar. En el medio, hay un enfrentamiento, también, entre esos grupos y el sindicato de SMATA.
Marín, que lamentó también el “principal cliente” (es decir, Ford) vio que no eran “confiables y se vio obligado a importar”, también anticipó que esperan “reiniciar tareas el próximo martes”.
“No fuimos afectados por esta crisis, nosotros tenemos trabajo, podríamos producir más si las condiciones de seguridad nos son garantizadas (…) Nosotros hablamos todos los días con nuestros jefes en Estados Unidos, en vez de explicar cuánto es lo que estamos vendiendo, les estamos explicando todos los días que tenemos manifestantes y que no nos dejan entrar a trabajar”, agregó.













