La apertura de sesiones ordinarias suele ser en cada mandato un punto de inflexión en el que el presidente de turno plantea su hoja de ruta ligada a su vínculo con el Congreso, pero también para desplegar logros y marcar posicionamiento sobre políticas de Estado, más allá de que no estén ligadas de manera directa a un proyecto de ley.

Pero el discurso de Milei en 2024 fue aún más representativo porque fue el primero en ese ámbito y porque tuvo un primer diagnóstico sobre la "herencia recibida" que, según comentan ahora fuentes del Gobierno, perderá espacio en su mensaje 2025.

Allí lanzó una serie de propuestas y de promesas que fueron cumplidas de manera dispar, algunas casi por completo, otras con comprobación dudosa y otras prácticamente con cumplimiento cero.

Algunas de ellas fueron: