

El Gobierno vive un momento delicado. En pocas semanas, sufrió derrotas legislativas en temas clave como la discapacidad, se vio sacudido por denuncias de presuntas coimas en Salud y debió enfrentar una ofensiva creciente de la oposición. En ese contexto de tensión, el vocero presidencial Manuel Adorni eligió un mensaje breve y cargado de simbolismo: "El tiempo es el único juez que siempre revela la verdad".

La frase se difundió en X tras la filtración de audios en los que Diego Spagnuolo, hasta entonces director de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), asegura que un operador del organismo vinculó un sistema de coimas al suministro de medicamentos. La afirmación no quedó en simples rumores: el Estado reaccionó con velocidad. Spagnuolo fue removido "de manera preventiva".
Pero las repercusiones no quedaron allí. El juez Sebastián Casanello ordenó 14 allanamientos la semana pasada en Andis, en la droguería Suizo Argentina y en domicilios de los involucrados. Se secuestraron documentación contable, agendas, soportes informáticos y, en el caso de los directivos de la droguería, sobres con dinero en efectivo
Spagnuolo fue detenido por la Policía en Pilar y su celular y pasaporte fueron incautados; también se le impuso prohibición de salir del país
Desde el plano político, la oposición le asestó varios golpes al Ejecutivo. Se rechazó el veto presidencial a la Ley de Emergencia en Discapacidad en la Cámara de Diputados, justamente en paralelo al escándalo, lo que amplificó el impacto político. En forma no oficiosa, Gobierno se monta en esa proximidad temporal para instalar la idea de la operación politica como trasfondo del affaire.
Diputados de diferentes bloques, en tanto, exigieron explicaciones y reclamaron el despido. Se habló de que el sistema de retornos ilegales alcanzaba entre 500 mil y 800 mil dólares mensuales.
Además, el caso traspasó lo mediático: la Justicia dispuso una investigación formal por presuntos delitos de cohecho, administración fraudulenta, fraude y asociación ilícita.

Los allanamientos incluyeron el domicilio de los Kovalivker, dueños de la droguería Suizo Argentina, donde se encontraron grandes sumas de dinero y documentación que compromete los contratos con el Estado.
¿Qué quiso decir Adorni?
La frase de Adorni, puesta entre comillas, es una variación y síntesis de varias sentencias filosóficas sobre el tema. Desde la Grecia clásica, pensadores como Sófocles y Menandro insistieron en que el tiempo descubre lo verdadero, mientras que el mundo romano acuñó el proverbio Veritas temporis filia, "la verdad es hija del tiempo".
La relación entre tiempo y verdad es un tema recurrente desde la Antigüedad. Sófocles sostuvo en Edipo Rey que "el tiempo, que todo lo ve, descubre la verdad", mientras que el dramaturgo griego Menandro escribió: "El tiempo es el mejor descubridor de la verdad". La tradición latina condensó ese mismo espíritu en la máxima Veritas temporis filia, es decir, "la verdad es hija del tiempo". Autores como Séneca o, más tarde, Cervantes, replicaron la idea en distintos registros literarios.
Sin embargo, ajena a estas cuestiones, la oposición está usando el episodio para redoblar los cuestionamientos y remarcar la fragilidad del oficialismo, mientras puertas adentro se multiplicaron las discusiones sobre la estrategia de comunicación.
Adorni, por ejemplo, decidió suspender la emision de este viernes de Fake 7/8, el programa que conduce en la TV Pública, pensado como contracara satírica del histórico 6,7,8. En esos envíos, precisamente, Adorni se dedica casi exclusivamente lo que considera "fakes" de la oposición.
Menos cruces
Hay que decir, además, que la figura de Manuel Adorni atravesó un viraje en las últimas semanas. Su habitual hiperactividad digital, marcada por la inmediatez y la confrontación en redes, se redujo de manera paulatina desde que obtuvo el triunfo que le aseguró una banca en la Legislatura porteña tras las elecciones anticipadas en la Ciudad de Buenos Aires. Ese cambio no pasó desapercibido en la escena política.
El dato no es menor: el vocero presidencial deberá dejar su cargo el próximo 10 de diciembre, lo que abrió especulaciones sobre el motivo de su repliegue parcial. Algunos analistas lo vincularon a la necesidad de bajar el perfil para que la transición en la comunicación oficial no resulte tan brusca. Otros, en cambio, interpretaron la moderación como un reseteo personal de cara a su nuevo rol, en el que deberá adaptarse a un terreno distinto.
Ya no se tratará de ejercer como "francotirador" mediático del oficialismo, con mensajes agudos y confrontativos, sino de desempeñarse en un ámbito donde el diálogo, las negociaciones y la gestión del barro cotidiano de la política legislativa marcan la agenda. Ese contraste, menos rimbombante y más procedimental, obliga a un cambio de registro que Adorni parecería haber comenzado a ensayar desde ahora.













