

Si bien habló al principio y al final de la sesión para defender la postura del oficialismo, el jefe del bloque kirchnerista en el Senado, Miguel Pichetto, volvió a ser ayer uno de los oficialistas menos enfáticos en demostrarle su apoyo al vicepresidente Amado Boudou.
Luego de que once de sus senadores lo respaldaran a viva voz en el recinto, con discursos extensos y sin medias tintas, Pichetto fue más escueto.
El rionegrino cerró el tema apenas anunciando que su bancada "va a votar en contra" del proyecto opositor para suspender al funcionario porque cualquier decisión al respecto "no es materia del Senado" sino que "le compete al Ejecutivo".
Su actitud mesurada contrastó con la efervescencia que mostró horas más tarde, al defender el proyecto de ley de hidrocarburos que impulsan la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el CEO de YPF, Miguel Galuccio.










