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El ex ministro de Producción y socio fundador de la consultora Abeceb, Dante Sica, no ve que las decisiones que se vienen tomando en los últimos meses vayan en la dirección correcta para encaminar la situación económica de la Argentina.
Referente económico de JxC, muestra su preocupación por el freno que se comienza a ver en la industria, y entiende que será difícil que en 2023 se revierta la situación inflacionaria actual.
"Hasta ahora el balance de lo que va de la gestión de Sergio Massa es muy magro. Se atacaron algunos frentes como el financiero y el cambiario para intentar de este modo bajar un poco la tensión y despejar el camino de una crisis financiera, de una crisis cambiaria muy fuerte, pero no demasiado más", sostuvo Sica.
- ¿Entiende que se estuvo cerca de esa crisis?
- La teníamos ahí nomás. En el momento de la renuncia de Martín Guzmán y luego en el período de Silvina Batakis la brecha cambiaria llegó casi a 160% y el riesgo país a más de 3000. La situación era muy grave.
- Si la situación cambió en este tiempo, ¿por qué entonces el balance es malo?
- Porque las medidas que se tomaron son todos parches. No hay una mirada profunda respecto de cómo atacar los desequilibrios de base. A cambio se compró un poco de tiempo y se pateó la pelota para adelante. Pero todas esas medidas terminan siendo una trampa que incentivan un proceso inflacionario más alto que todavía no se puede resolver. Estamos ya en un piso de inflación de 6% y con una nominalidad que ya nos instala en un régimen de alta inflación.
- ¿Ve un freno en la producción?
- Vamos a empezar a ver que en estos meses la actividad se empieza a frenar porque la mezcla de incertidumbre, restricciones y torniquetes que hacen que las empresas tengan un horizonte de planeamiento muy corto.
- ¿La falta de insumos agrava el panorama?
- Es todo una mezcla. Por una parte la incertidumbre en cuanto al abastecimiento, y por la otra la menor disponibilidad de dólares, que ya están generando una baja en los turnos de producción; se aletarga la producción. El ritmo de recuperación postpandemia viene perdiendo fuerza y el salario viene perdiendo contra la inflación.
- ¿Los distintos cepos pueden ayudar a sumar reservas?
- No; es una locura. Con eso solo se gana tiempo. Están evitando lo inevitable que son lo precios relativos. Mientras no tengamos un programa de estabilidad que corrija los precios relativos, lo único que se hace es tirar la pelota para adelante sin solucionar nada. De este modo solo se abre una canilla para que salga algo de presión, pero sin solucionar nada. Es por ejemplo lo que pasó con el dólar soja. Sirvió para el momento pero solución de fondo no hubo ninguna. Es alargar la agonía.
Sin dólares y con inflación
- El agravante aquí es que ya no hay dólar soja, es decir que se deberán buscar dólares de otros lados
- Va a estar muy complicado porque no solo vamos a tener que esperar a la soja del año que viene, sino que además estamos enfrentando una sequía importante. Esto llevará a que en enero, cuando se dará la exportación de trigo, haya menos producto para exportar. El dólar soja fue algo que sirvió para encontrar un poco de aire, pero a costa de sacrificar las reservas a futuro.
- Este año la inflación rondará el 100%, pero el Gobierno dice que el año bajará a no más de 60%. ¿Es posible esa baja?
- No. Eso no va a pasar. Toda la nominalidad de la economía y las distintas variables nos llevan a ver una inflación en 2023 con el piso de la de este año.