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Acceder a un crédito productivo sigue siendo uno de los mayores desafíos para las pequeñas y medianas empresas argentinas. Aunque muchas tienen proyectos viables y capacidad de repago, suelen chocar contra un muro: no cuentan con las garantías que los bancos exigen.

Para resolver este cuello de botella, en los últimos años se consolidó un instrumento clave en casi todo el país: los fondos de garantía provinciales, con el acompañamiento del Fondo de Garantía del Consejo Federal de Inversiones (CFI).

La lógica es sencilla pero potente. En lugar de prestar directamente dinero, el CFI y las provincias ponen recursos en un fondo fiduciario que funciona como aval frente a los bancos.

Es como si el Estado "saliera de garante" por la pyme. Así, un mismo monto puede respaldar muchos más proyectos que si se entregara como crédito directo. Un ejemplo lo grafica bien: en lugar de otorgar un préstamo de 10 pesos a un solo emprendimiento, esos 10 pesos se colocan en el fondo y permiten garantizar hasta seis proyectos diferentes, que son financiados con dinero de los bancos.

Las garantías emitidas tienen categoría "preferida A", la más sólida según el Banco Central, lo que genera confianza en el sistema financiero. Además, si una empresa no paga una cuota, el fondo la cubre en menos de 30 días, reduciendo el riesgo de incobrabilidad y fortaleciendo la relación entre bancos y pymes.

Hoy ya existen 18 fondos de garantía provinciales en distintas etapas: once plenamente operativos, tres en proceso de aprobación por el BCRA y cuatro en fase de asistencia técnica. Entre los casos más avanzados se encuentran Misiones (FOGAMI), La Rioja (FOGAPLAR), Mendoza (Cuyo Aval), Buenos Aires (FOGABA) y Santa Fe (Garantizar FAE). Incluso algunas provincias han implementado pasantías para capacitar a sus equipos con el know-how del CFI.


Cuánto dinero mueven los fondos para pymes

Según el último informe de la Red Federal de Fondos de Garantía Públicos (FonRed), al 30 de abril de 2025 el sistema cuenta con un fondo de riesgo total de $1.774.111 millones, una cifra que refleja la magnitud del esfuerzo coordinado entre Nación, provincias y el sector financiero para respaldar proyectos productivos.

El Fondo de Garantías Argentino (FoGAr), de alcance nacional, concentra el mayor volumen, con $1.627.022 millones y siete años de trayectoria.

Le siguen los fondos provinciales, como FOGABA (Buenos Aires, $54.344 M), FOGAPAM (La Pampa, $8.556 M), Garantía San Juan ($6.396 M) y FOGAER (Entre Ríos, $6.305 M). Otros fondos relevantes son FOGACH (Chaco, $5.014 M), FOGAPLAR (La Rioja, $3.426 M), FOGADEF (Tierra del Fuego, $2.200 M), FOGACAT (Catamarca, $2.136 M), FOGANEU (Neuquén, $1.403 M) y FOGAJUY (Jujuy, $1.201 M). Además, el Fondo de Garantía del CFI aporta otros $56.110 millones y tiene un enfoque federal.

En conjunto, estos fondos han asistido históricamente a más de 1,5 millones de MiPyMEs en todo el país, avalando operaciones por $1,3 billones. La mayor parte de estas garantías se destina a microempresas (77%), seguidas por pequeñas (19%) y medianas (3%). Por sectores, comercio (35%) y agro (26%) lideran la demanda, pero también hay presencia en industria, minería, servicios y construcción.

La tasa de mora del sistema se mantiene en apenas 1,51% del riesgo vivo, lo que demuestra la efectividad del modelo y el bajo nivel de incobrabilidad. Para las pymes, contar con una garantía "preferida A" ante el Banco Central implica acceder a financiamiento con mejores condiciones, plazos y tasas.