

El jefe del Ejército, Ricardo Cundom, fue ascendido ayer por el Senado a Teniente General sin votos en contra y en una sesión rapidísima y sin desacuerdos, que contrastó con la álgida discusión que había antecedido al ascenso de su predecesor, César Milani, acusado por delitos de lesa humanidad. A favor del pliego de Cundom votaron el Frente para la Victoria (FpV) y sus aliados, el Peronismo Federal y el interbloque que integran los socialistas, Proyecto Sur, el juecismo, el GEN y la Coalición Cívica-ARI. Los radicales, en tanto, no se pronunciaron ni a favor ni en contra, por lo que el tablero de votación marcó 39 votos a favor y 12 abstenciones.
Por la UCR, el jefe del bloque, Gerardo Morales, explicó que su bancada había pedido la presencia de Cundom, algo que nunca se concretó. Según el jujeño, tras lo ocurrido con Milani, el radicalismo quería interrogar al jefe del Ejército para "establecer cuáles son las instrucciones y cuál es el plan de que es lo que ocurre" en la fuerza.
El chaqueño Ángel Rozas lo respaldó, basándose en el informe que el Senado recibió del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Ese documento señala que durante el alzamiento carapintada comandado por Mohamed Seineldín, Cundom "había expresado a su superior inmediato que no ejecutaría operaciones militares contra sus camaradas". "Sería bueno que supiésemos por qué en algún momento tuvo una disidencia entre ser solidario con sus camaradas o con las decisiones del poder político", caviló Rozas, aunque aclaró que esa expresión "en nada ensombrece su buena foja de servicios".
La respuesta del oficialismo quedó en manos del presidente de la Comisión de Acuerdos, Rodolfo Urtubey, quien se amparó en el Reglamento de la Cámara para explicar que ese código no prevé la presencia del militar ante los legisladores. "La política del Ejército la fija la Presidenta de la Nación y la ejecuta el ministro de Defensa, al cual podemos convocar y discutir la política", señaló apenas, en alusión a Agustín Rossi.
A él se sumó el jefe del bloque oficialista, Miguel Pichetto, quien consideró que las dudas de los opositores están saldadas en un texto que el ex jefe del Ejército Martín Balza envió a los senadores exaltando la foja de Cundom y enfatizó que el episodio durante el levantamiento carapintada fue "solo un comentario" por el cual el militar debió cumplir ocho días de arresto.
Haciendo equilibrio entre ambas posturas, Fernando Pino Solanas destacó que su bloque apoyaría a Cundom porque tiene "antecedentes dignos", aunque agregó: "Después de Milani, por un mínimo de responsabilidad política, el general Cundom debería venir para que los senadores tengamos un dialogo franco sobre cuál es su proyecto".











