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Empezó el paro lanzado por laAsociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa), el sindicato que agrupa a los controladores aéreos.

El sindicato inició un cronograma de medidas de fuerza que se extenderá desde este viernes durante cinco jornadas, con franjas horarias de hasta seis horas diarias.

El paro afectará la operación de los vuelos comerciales de diversas empresas, aunque no impactará en los vuelos sanitarios ni en el servicio de Búsqueda y Salvamento Aeronáutico (SAR).

"Finalizada la segunda conciliación obligatoria y ante la falta de una propuesta salarial real, confirmamos el inicio del cronograma de medidas legítimas de acción sindical presentado el día 13/08, con fecha de inicio el viernes 22/08", dijo Atepsa en un comunicado.

"Hemos agotado todas las instancias legales y actuado con responsabilidad. Ahora avanzamos con el plan de lucha tal como resolvió el Plenario Nacional de Delegados/as", agregaron.

Empezó el paro de controladores aéreos: cómo afecta a los vuelos

Según lo comunicado, las medidas de fuerza se realizarán en distintos tramos de tres horas cada uno, lo que puede generar afectaciones y reprogramaciones en los itinerarios. Las compañías aéreas serán las encargadas de reubicar a los pasajeros en los vuelos disponibles.

Según informó Aerolíneas Argentinas, para el día 22 de agosto más de 8.000 pasajeros se verán afectados por 28 cancelaciones y 43 reprogramaciones en vuelos de cabotaje y regionales, tan solo en la primera franja de la medida a desarrollarse entre las 13 y las 16 hs de hoy.

Al momento, continúan trabajando para minimizar el impacto de la franja de las 19 a 22 hs, que dejará más vuelos afectados.

La empresa advirtió que "la naturaleza de la medida podría incidir en los horarios de arribos y partidas durante toda la jornada" y sugirió a los pasajeros "estar atentos a posibles modificaciones en sus vuelos".

Empezó el paro de controladores aéreos: las razones

El conflicto gremial involucra a los controladores aéreos y a la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), que continúa negociando con el sindicato para alcanzar un acuerdo paritario. Desde la compañía señalaron que se realizaron varias propuestas concretas, aunque por distintos motivos no se logró un consenso con la conducción gremial.

Las medidas de ATEPSA se suman a una serie de tensiones que se prolongaron en los últimos meses, con amenazas de paro que no llegaron a concretarse. Esta vez, la entidad decidió avanzar con un plan escalonado de cinco jornadas consecutivas, lo que podría generar complicaciones en la programación de los vuelos.

EANA remarcó que las conversaciones con el gremio continúan abiertas y que se mantiene la voluntad de alcanzar un entendimiento que permita destrabar el conflicto. "Seguimos trabajando para llegar a un acuerdo y evitar mayores perjuicios en la operación aérea", destacaron desde la empresa.

Mientras tanto, las aerolíneas deberán informar a los pasajeros sobre los cambios de horario y eventuales reprogramaciones de los servicios. La prioridad estará en mantener los vuelos sanitarios y los operativos vinculados al rescate y salvamento aeronáutico, que no serán alcanzados por las medidas gremiales.

En virtud de lo reciente del anuncio, al menos dos de las empresas consultadas por El Cronistaaún no tenían una dimensión del impacto que la medida de los controladores podía tener en cuanto a los vuelos programados.

Sin embargo, una de las fuentes admitió directamente que la afectación es inevitable. "Sin controladores aéreos no hay actividad, es el único sindicato que afecta hoy a todos por igual", señaló a este diario un vocero.

Desde otra de las aerolíneas advirtieron que el carácter parcial de la medida no asegura que el impacto sea menor. "Aún siendo medidas de tres horas, según sea la modalidad, pueden afectar en forma mucho más contundente los vuelos y obligar a reprogramaciones", explicaron.

Cómo las medidas parciales de los controladores impactan en las aerolíneas

Otro vocero, conocedor de años del sector aerocomercial, explicó que incluso las medidas de fuerza parciales de los controladores aéreos tienen un impacto directo y profundo en la operatoria de las compañías.

Según detalló, aunque no se trate de un paro total de 24 horas, "siempre hay un efecto" porque el control aéreo es un servicio único y central. Sin controladores, ningún vuelo puede despegar ni aterrizar, y aun interrupciones de una o tres horas generan efectos en cadena que se arrastran durante toda la jornada.

El vocero describió dos tipos de problemas que enfrentan las aerolíneas.

El primero se produce cuando un avión, con tripulación y pasajeros listos para salir, debe regresar a plataforma por una medida gremial. En ese caso, la tripulación puede ver vencida su jornada habilitada de trabajo, lo que obliga a reemplazarla por otra. Esa demora no solo afecta al vuelo en cuestión, sino que desplaza a la aeronave en la secuencia de despegues y retrasa a todos los aviones en espera. "Lo que empieza como una medida de tres horas termina arruinando vuelos de la noche por efecto arrastre", explicó.

El segundo problema tiene que ver con la disponibilidad de tripulaciones certificadas para cada tipo de aeronave. Las compañías no cuentan con plantillas totalmente intercambiables: cada piloto y tripulación está habilitado para volar un tipo específico de avión. Un Airbus A320 y un A321 son homologables porque comparten fuselaje y estructura, pero un Boeing, un Embraer o un Airbus requieren certificaciones distintas.

"Es muy raro que una aerolínea certifique a toda su tripulación para todos sus aviones, porque cada habilitación implica costos importantes", señaló. Esto significa que, ante un paro parcial, una compañía puede reasignar tripulaciones de un mismo modelo de avión, pero no entre flotas diferentes. Si la tripulación habilitada queda fuera de servicio por los horarios máximos reglamentarios, la empresa debe recurrir a otra. Si la situación se repite varias veces en el día, se produce un efecto dominó: las tripulaciones disponibles se agotan y el último vuelo termina cancelado.

"Las tripulaciones no son de chicle: por más que muevas piezas, en algún momento se acaban y no hay con qué cubrir", graficó el vocero.

En ese sentido, las aerolíneas que operan con múltiples modelos de aviones, como Aerolíneas Argentinas, pueden enfrentar mayores complicaciones. "Una aerolínea con Airbus de la misma familia puede maniobrar mejor, pero cuando tenés Boeing, Embraer y Airbus mezclados, el margen de maniobra se reduce muchísimo", agregó.

Por estas razones, aun medidas intermitentes o parciales pueden generar reprogramaciones masivas, cancelaciones y pérdida de eficiencia operativa que se prolongan durante toda la jornada. El vocero concluyó que el impacto es "industrial, no de una aerolínea en particular", porque todas se ven afectadas del mismo modo.