

Luego de que en las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) fue a votar el porcentaje más bajo desde que existen, el 67% del padrón electoral del país, hoy participó poco más del 71% de los más de 34 millones de electores habilitados a sufragar, según la Cámara Nacional Electoral.
De esta manera, aumentó casi un 5% la participación respecto al 12 de septiembre, aunque se ubica casi 10 puntos por debajo de los comicios de 2019 y 5 por debajo de los de 2017 cuando la asistencia a las urnas había sido del 76,6%.
¿Beneficia o perjudica a algún partido la mayor participación? Las respuestas de los analistas son heterogéneas. Algunos consultados afirman que esos votos son del Frente de Todos, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires, distrito en el que se espera que los ausentes se inclinen por el oficialismo.
Mientras, que para otros especialistas pertenecen a personas de riesgo como adultos mayores de 70 y estarían más alineados con la oposición.

"Entendemos que probablemente beneficie a los espacios como Cambiemos, aunque este efecto se puede compensar por una mayor movilización de militantes del oficialismo en las provincias. En otra dirección, influye que varios votantes del Frente de Todos habían expresado su descontento no participando", señaló Sergio Doval, director de Taquión.
A diferencia de las PASO, para alentar que las personas vayan a votar, el Gobierno consensuó con la Cámara Electoral que se levanten los protocolosque obligaban a formar fila en el exterior de los establecimientos y generaban demoras. Así, se votó como se estilaba en las elecciones prepandemia, de una forma más ágil.
Diego Reynoso, investigador independiente del Conicet y profesor de la Universidad de San Andrés (UdeSA), explicó que "las elecciones de medio término suelen tener un menor nivel de participación que las elecciones en las que se eligen cargos ejecutivos".













