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La inteligencia artificial (IA o AI, por sus siglas en ingles) puso al mundo al borde de una nueva revolución tecnológica que podría impulsar la productividad y el crecimiento global, así como contribuir a un aumento en los ingresos. No obstante, también tendrá impacto sobre el empleo, advirtió hoy el Fondo Monetario Internacional (FMI), en la antesala de una nueva reunión del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza.
El 40% de los trabajos en el planeta pueden ser afectados por el rápido avance de la inteligencia artificial, entre ocupaciones que serán reemplazadas y otras que se complementarán, además de que podría ampliarse la desigualdad, señaló la directora Gerente del organismo, la búlgara Kristalina Georgieva, en base a un trabajo de los técnicos (staff) Mauro Cazzaniga, Florence Jaumotte, Longji Li, Giovanni Melina, Augustus Panton, Carlo Pizzinelli, Emma Rockall, y Marina Tavares.
Por todo esto, el FMI aboga por "idear un conjunto de políticas para aprovechar de manera segura el vasto potencial de la IA en beneficio de la humanidad".

"Históricamente, la automatización y la tecnología de la información (IT) han tendido a afectar las tareas rutinarias, pero una de las cosas que distingue a la IA es su capacidad para impactar los empleos altamente calificados. Como resultado, las economías avanzadas enfrentan mayores riesgos derivados de la IA, pero también más oportunidades para aprovechar sus beneficios, en comparación con las economías de mercados emergentes y en desarrollo", describió el Fondo.
El impacto de la inteligencia artificial en la economía mundial
En las economías avanzadas, alrededor del 60% de los empleos pueden verse afectados por la IA. Aproximadamente la mitad de ellos podrían beneficiarse, lo que mejoraría la productividad; mientras que para la otra mitad, las aplicaciones de IA pueden ejecutar tareas clave que actualmente realizan los humanos, lo que podría reducir la demanda laboral, llevaría a salarios más bajos y una reducción de la contratación. En los casos más extremos, algunos de estos empleos pueden desaparecer.
La inteligencia artificial representa un mayor desafío para las economías avanzadas, con una fuerza laboral mejor capacitada; sin embargo, en el mediano plazo podría aumentar la desigualdad entre naciones
En cambio, en los mercados emergentes y los países de bajos ingresos, se espera que la exposición a la IA sea del 40% y el 26%, respectivamente. Estos hallazgos sugieren que las economías de mercados emergentes y en desarrollo enfrentan menos perturbaciones inmediatas derivadas de la IA. Al mismo tiempo, muchos de estos países no tienen la infraestructura ni la fuerza laboral calificada para aprovechar los beneficios de la IA, lo que aumenta el riesgo de que con el tiempo la tecnología pueda empeorar la desigualdad entre las naciones.
¿La IA potencia la desigualdad de ingresos?
La IA también podría afectar la desigualdad de ingresos y riqueza dentro de los países. Es posible que veamos una polarización dentro de los tramos de ingresos, en la que los trabajadores que pueden aprovechar la IA verán un aumento en su productividad y sus salarios, y aquellos que no, pueden quedarse atrás, consideró el FMI.
La investigación de los economistas muestra que la inteligencia artificial puede ayudar a los trabajadores menos experimentados a mejorar su productividad más rápidamente. A los trabajadores más jóvenes puede resultarles más fácil aprovechar las oportunidades, mientras que a los trabajadores de mayor edad les podría resultar difícil la adaptación.

"En la mayoría de los escenarios, la IA probablemente empeorará la desigualdad general, una tendencia preocupante que los formuladores de políticas deben abordar de manera proactiva para evitar que la tecnología avive aún más las tensiones sociales. Es crucial que los países establezcan redes integrales de seguridad social y ofrezcan programas de reciclaje para los trabajadores vulnerables", avisó el FMI.
"Al hacerlo, podemos hacer que la transición a la IA sea más inclusiva, protegiendo los medios de vida y frenando la desigualdad", completó.
La IA se está integrando en empresas de todo el mundo a una velocidad notable, lo que subraya la necesidad de que los responsables políticos actúen. Para ayudar a los países a diseñar las políticas adecuadas, el FMI desarrolló un Índice de Preparación para la IA que mide la preparación en áreas como infraestructura digital, políticas de capital humano y mercado laboral, innovación e integración económica, y regulación y ética.












