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Con la demora en las negociaciones con el FMI y en medio del período de veda electoral para inaugurar obra pública el gobierno de Alberto Fernández y el precandidato presidencial Sergio Massa enfrentan en estos días uno de los mayores dilemas de la campaña: cómo exponer resultados concretos positivos para sumar votos de cara las elecciones ante esas dificultades. El nuevo entendimiento con el FMI alivia ese horizonte y Sergio Massa podría viajar en los próximos días a Washington DC.

El desafío del Gobierno es mayor si se tiene en cuenta que a menos de 20 días de las PASO los datos de la economía no terminan de repuntar y el repertorio de road show con buenas noticias se le agota al ministro-candidato al igual que al resto del staff de Unión por la Patria que busca dar batalla electoral desde la Casa Rosada.

"Hay que tratar de mostrar lo mejor de la gestión en la campaña pero sabemos que no resulta nada fácil en este contexto difícil", admitió ante El Cronista un encumbrado funcionario del Gobierno.

El Gobierno encamina un acuerdo con el FMI

La campaña de Massa y Agustín Rossi apuntalada por Cristina Kirchner y Alberto Fernández encuentra así uno de los mayores obstáculos que es no poder dar resultados contundentes para el bolsillo de los argentinos.

El demorado acuerdo de la Argentina con el FMI llegó a inquietar a varios funcionarios del Ministerio de Economía y a los candidatos oficialistas que ven que las reservas del Banco Central se escurren todos los días y la ayuda del Fondo no llega.

Por el contrario, Massa y gran parte de su equipo siempre se mostraron optimistas, incluso a través de los emisarios de Economía que viajaron a Washington. En las últimas horas, el equipo técnico del Ministerio de Economía y el Banco Central de Argentina definieron las nuevas condiciones y aspectos medulares del acuerdo con FMI y se cerró el programa de desembolsos para el segundo semestre, según indicaron fuentes oficiales.

Tras varios meses de negociación, la base del "Staff Level Agreement" quedó conformada. Se trata de un principio de entendimiento con los técnicos del organismo sobre las medidas y objetivos, que incluyen ajustes en la meta fiscal y medidas para acumular reservas como tipos de cambio diferenciales para el agro y las importaciones.

Resta conocer la letra fina de la revisión del programa de Argentina. Pero desde el organismo internacional enfatizaron que el acuerdo apunta a consolidar "el orden fiscal y fortalecer las reservas reconociendo el fuerte impacto de la seguía, el daño a las exportaciones y los ingresos fiscales del país".

Inflación y veda electoral

La veda electoral de anuncios de obra pública también es un dilema apara un Gobierno que desde el Ministerio de Obras Públicas que lidera Gabriel Katopodis tiene en carpeta más de 3500 proyectos de obras de infraestructura, redes cloacales, vivienda y corredores viales para mostrar de aquí a fin de año. Pero de aquí hasta después de las PASO esos cortes de cintas deberán esperar.

En la Casa Rosada analizaron con cierto optimismo los datos del Indec que mostraron el 6% de inflación en junio y recortó nuevamente la aceleración que se vio en mayo del 7,8%. Así, se mostraron confiados en que los precios bajen paulatinamente al ritmo de la campaña electoral.

Pero hay referentes del equipo económico como Gabriel Rubinstein que se mantienen cautos ante los datos de una baja en la inflación y alertan sobre eventuales precios estacionales con posibilidad de que en adelante peguen otro salto. El Gobierno corre con la suerte en este caso de que el nuevo índice de inflación se dará a conocer después de las PASO. Un alivio para Massa.

Los anuncios recientes de incremento de inversión extranjera, exportaciones y consumo en el sector del turismo no logran mover la aguja de intención de voto. El Gobierno necesita de un nuevo road show de buenas noticias.

En la reciente entrevista exclusiva de El Cronista al ministro de Economía, Massa reveló un pedido que hizo a la titular de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau, para acelerar el debate de proyectos de ley del Gobierno postergados.

Hay una larga lista: el proyecto de promoción de inversiones a la agroindustria, la inyección de fondos y beneficios para el hidrógeno verde y el GNL, el compre argentino, la ley de electromovilidad y el proyecto de blanqueo de capitales, entre otros.

Sin embargo, en el contexto de campaña y grieta profunda será difícil que Moreau o el jefe de bancada del Frente de Todos en Diputados, Germán Martínez logren convocar a una sesión de aquí a octubre.

Trabajo y protesta social

La ministra de Trabajo, Raquel Kelly Olmos, se entusiasmó recientemente con destrabar paritarias y avanzar con el aumento del salario básico para sumar buenas noticias a la campaña del Gobierno.

Pero los gremios no se muestran conformes con esos incrementos y la UOM, por poner un caso, sigue en pie de guerra a pesar de la conciliación obligatoria dictada por Trabajo.

A la vez, los datos laborales de la Ciudad de Buenos Aires del primer trimestre 2023 son poco alentadores para el Gobierno: la población asalariada se retrajo un 2,1% respecto del 2022 y la población cuentapropista se expandió un 22,9% en el lapso de un año.

Un sector del kirchnerismo y de la CGT exige al Gobierno que haya una suma fija para aliviar la carga de los trabajadores. Pero Massa y Kelly Olmos se resisten a esa idea. Priorizan las paritarias antes que un bono especial que -advierten- no puede pagar hoy el Estado.

A nivel nacional, sigue apareciendo el dato del Observatorio de la Deuda Social de la UCA que alarma al Gobierno: el "nuevo trabajador pobre". Es decir, aquel empleado que no logra cubrir la canasta básica de alimentos a pesar de que trabaja todos los días. En esta situación se encuentra cerca del 31% de los trabajadores.

La candidata a diputada y actual ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, tampoco logra acercar buenas noticas a Massa. Los niveles de pobreza no bajaron y la conflictividad social va en aumento al ritmo de la campaña.

El Bloque Piquetero Nacional amenaza con nuevas protestas en la calle y Eduardo Belliboni del Polo Obrero acaba de denunciar un manejo irregular de planes del Banco Mundial y el PNUD de parte de Desarrollo Social.

En este sentido, el panorama de pobreza y conflicto social sólo es tierra apta para la campaña del precandidato presidencial de Unión por la Patria, Juan Grabois.

Narcotráfico sin respuestas

El ministro de Economía logró alejar a Cristina Kirchner de la figura de Grabois y La Cámpora se muestra reticente a darle apoyo. Pero el líder piquetero mantiene un electorado cautivo en los barrios populares y un mensaje muy crítico de la gestión de Tolosa Paz.

Las recientes elecciones de Santa Fe donde el peronismo sufrió una dura derrota también dejaron expuesto un flanco débil del Gobierno: los problemas de combate a la inseguridad y el narcotráfico.

Algunos referentes de la Casa Rosada apuntan al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández y su escaso accionar en esta temática. No logran dar con la tecla y mostrar cifras de reducción de la delincuencia.

Este es un problema para Massa que necesita captar parte del voto del centro y la clase media que se encuentra aterrada por los niveles de inseguridad no sólo en Santa Fe sino en el resto del país. El conurbano bonaerense es un problema también para el gobernador Axel Kicillof en este tema delicado.

Como adelantó El Cronista en el Gobierno temen que haya un resultado adverso en al menos siete provincias de peso electoral y económico. Se trata de Santa Fe, Córdoba, Ciudad de Buenos Aires, Jujuy, Mendoza, San Juan y San Luis. En varios de estos distritos el peronismo acaba de perder intendencias y gobernaciones.

El candidato a senador y ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro no logró sellar a tiempo la liga de gobernadores. La gestión oficial tiene poco que mostrar en las provincias. Los niveles de ATN, coparticipación y distribución de fondos no alcanzan para mejorar los ánimos en el interior.